El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, criticó a aquellos que viven una «vida de incoherencias» entre lo que predican y lo que hacen, entre lo que prometen y no cumplen.
«Lo que Jesús condena en ellos es su vida incoherente (…). Jesús nunca soportó la mentira, la hipocresía y la doblez de vida y por eso critica su incoherencia de vida: “dicen y no hacen”. Hay un abismo entre lo que enseñan y lo que practican, entre lo que exigen a los demás y lo que se exigen a ellos mismos», subrayó el líder religioso en su homilía de este domingo, cinco de noviembre, en la misa que celebró desde la iglesia Santa Agatha en Miami, Estados Unidos.
En ese sentido, monseñor Báez aseguró que el problema es «cuando la incoherencia se vuelve un estilo de vida, cuando arraiga en el corazón y nos volvemos personas dobles, mentirosas, que hablan y nunca hacen lo que dicen, que prometen y nunca cumplen, o que dicen y luego hacen siempre lo contrario».
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«Las personas que no son coherentes y no viven lo que dicen ni cumplen lo que prometen hacen mucho daño: socavan la confianza en las relaciones, crean rupturas y malos entendidos, provocan decepciones y frustraciones», agregó el religioso exiliado y a quien Ortega ordenó eliminarle arbitrariamente su nacionalidad nica.

El jerarca católico también señaló que «si la falta de credibilidad y de confiabilidad es grave en las relaciones interpersonales, es mucho más grave cuando están implicadas personas que tienen responsabilidades sociales».
Crítica al régimen de Ortega Murillo
En alusión a la crisis social y política que persiste en Nicaragua desde 2018, Báez denunció que «hay quienes afirman luchar por la justicia y los derechos humanos, pero en su vida irrespetan a quien piensa distinto, actúan con autoritarismo, humillan, excluyen y propician nuevas relaciones de sometimiento».
«Hay quienes se autoproclaman revolucionarios, pero que no se plantean transformar sus vidas pues son incapaces de aceptar los errores cometidos», cuestionó.

Asimismo, en referencia a los dictadores nicaragüenses, Daniel Ortega y Rosario Murillo, el religioso dijo que «no podemos dejar de lado el cinismo de los que dicen ser socialistas y solidarios, pero lo que menos hacen es socializar, pues viven encerrados por miedo en sus búnkers, ni tampoco ser solidarios, pues viven destrozando el entramado social y todo lo hacen para enriquecerse y proteger sus intereses y privilegios».
Monseñor Báez además tildó de «cínicos» a la pareja presidencial. «Dicen estar con el pueblo, pero lo que hacen es usar al pueblo como pretexto para tapar sus actos de corrupción. Llegan incluso a hablar del “pueblo-presidente”, para luego pensar en lugar del pueblo y anular a este mismo pueblo impidiéndole ejercer sus libertades fundamentales», señaló.
«Hay otros líderes políticos que se presentan como dispuestos a ser servidores del pueblo, pero viven lejos de la gente y con su estilo de vida demuestran que ni siquiera les gusta ser pueblo», agregó el prelado, quien apuntó que estas «personas son incoherentes. No tienen credibilidad ni son confiables. No podemos confiar en personas que nunca muestran con sus obras las palabras que dicen. No son confiables, no son creíbles».