El Grupo de Reflexión Excarcelados Políticos (GREX) exigió un alto a la represión contra el pueblo nicaragüense y al asedio a la Iglesia católica, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Libertad Religiosa, instituido por la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 2020, todos los 27 de noviembre.
«Como excarcelados políticos, amantes de la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, sabemos y estamos claro que la libertad de todo nuestro pueblo de profesar su fe, sin acosos, sin encarcelamientos, sin persecución de cualquier tipo, es un derecho humano universal», dice el informe publicado en las redes sociales oficiales de GREX de este 29 de octubre.
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Denunciaron que «la dictadura Ortega-Murillo ha convertido en objeto de su vigilancia, asedio, persecución y encarcelamiento a los miembros de las Iglesias en Nicaragua» y que la actividad religiosa se encuentra «bajo intimidación, amenaza, asedio y persecución generalizada».
También recordaron las cifras de los actos represivos y de lesa humanidad que ha cometido el régimen orteguista en contra de la ciudadanía. «En Nicaragua, 20 sacerdotes han sido oficial y descaradamente desterrados, a los que se suman más de 173 exiliados, más de 23 pastores cristianos de otras religiones también han tenido que huir. En los últimos cinco años, más de 700 acciones de ultraje a iglesias, profanaciones, expulsiones de congregaciones han marcado un panorama sombrío. El año 2023 ha sido el peor y todo indica que no pararán en su afán de silenciar la voz profética de la Iglesia».
Los excarcelados políticos hicieron hincapié en las personas que aún continúan injustamente privadas de su libertad. «Nuestros reos políticos, aquel que lleva 11 años encarcelado, Marvin Vargas, los 9 del caso 19 de julio del 2014, que llevan más de 9 años encarcelados, las más de 20 mujeres encarceladas, incluida la jovencita Reyna Leiva Chavarría, y todos los muchachos y hasta ancianos presos, deben ser liberados a lo inmediato, tiene derecho a la libertad de pensamiento y también tienen a su libertad religiosa», subrayaron.
«Nos sumamos a la propuesta del vocero de los Jesuitas en Centroamérica para que nuestro amado y querido obispo, monseñor (Rolando) Álvarez, como símbolo de resistencia y ejemplar voz profética sea elevado al grado de cardenal de la Iglesia católica, acompañando al cardenal (Leopoldo) Brenes».