El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, lamentó la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde 2018, deriva autoritaria a la que ha llevado la «dictadura pura y dura» de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a como calificó al matrimonio en el poder.
Las declaraciones las hizo durante su participación en la XII edición del Foro Centroamericano de Periodismo, celebrado en Antigua Guatemala, donde lo entrevistó el periodista José Luis Sanz.
El líder del partido político Movimiento Semilla fue claro cuando el periodista español le preguntó acerca de «cómo podría afectar a su futuro gobierno el creciente autoritarismo en Centroamérica y si no teme convertirse en uno de esos gobernantes.
Arévalo se refirió directamente a Nicaragua, recordando que siempre ha sido «muy claro» respecto a gobiernos como el de Ortega y que ya antes, en el Congreso de la República promovió resoluciones contra la tiranía «que no fueron apoyadas». También subrayó que no tenía inconvenientes «en denunciar gobiernos que están siguiendo derivas autoritaria».
Arévalo también mostró su percepción sobre el gobierno orteguista y señaló que van a defender siempre «un sistema internacional basado en instituciones democráticas y en la protección de los derechos humanos», como algo que ha considerado «fundamental para nuestra propia supervivencia como estado democrático» y también adivirtió que «seremos prácticos en nuestras relaciones internacionales» .
Al finalizar la entrevista, se brindó un espacio para que más de los trescientos corresponsales de diferentes nacionalidades pudiesen realizar sus preguntas directamente al presidente electo.
El periodista nicaragüense y director de Artículo 66, Álvaro Navarro, preguntó cuál sería su posición a la hora de tomar decisiones que afecten a Nicaragua, ya sea el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) o el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Arévalo señaló, con cierta ambigüedad, que «uno de los principios de coexistencia en el sistema internacional es tener un marco de reglas mínimas para desarrollar y trabajar ciertos intereses que se tienen en común independientemente del signo que se tiene» porque si no, aseguró, «no tendríamos un marco internacional».
Arévalo insistió en que sabe dónde se situará Guatemala a la hora de «no aprobar políticas represivas» aunque, en ese marco de los foros mencionados «seguir trabajando sin necesidad de tener que estar de acuerdo (en un sistema internacional), a pesar de esas distinciones los estados colaboren razonablemente».
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La «deriva autoritaria en El Salvador
En la entrevista también se le consultó por la situación de El Salvador, con la reciente inscripción de Nayib Bukele como candidato a las próximas presidenciales a pesar de que la Constitución Política salvadoreña lo prohíbe. Arévalo aseguró que es algo que «personalmente no haría porque va en contra de los principios que hemos establecido» y que «es algo que cuestiona los principios democráticos». En este sentido, ha indicado que «tenderemos que observar para ver si esto efectivamente se convierte en una deriva autoritaria».
Sin embargo, hizo hincapié en que «son casos distintos a Nicaragua«. «Lo que hemos visto en el caso nicaragüense es la violación de los derechos humanos de la población que está reclamando un proceso electoral o la eliminación de las instituciones que simplemente por designio desde la presidencia».
El presidente electo de Guatemala, con respecto a Venezuela, expresó que «un gobierno que no permite elecciones libres no es un gobierno democrático». Sobre el gobierno de Xiomara Castro, en Honduras, solo indicó que espera tener muy buena relación.