Miles de nicaragüenses han despedido a un pariente que se vio obligado a salir del país debido a la crisis económica o porque era víctima de persecución política como consecuencia de haberse involucrado en el estallido social de abril de 2018, pero en lo que va de 2023, más de 116 familias han vivido un drama inesperado: sus parientes fallecieron y deben costear los altos costos económicos para traer sus restos a casa.
Justine Ochoa, miembro de la organización humanitaria Texas Nicaraguan Community (TNC), detalló que el costo de repatriación de cuerpos de migrantes desde Estados Unidos oscila entre 4.000 y 9.000 dólares, lo que representa unos 148 mil y hasta 315 mil córdobas, en dependencia del Estado desde donde estén los restos y de la funeraria que realice el servicio.
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Los costos son una fortuna que las familias no tienen. De hecho, algunas hasta prestaron dinero para el viaje de su pariente, una deuda que con trabajo pagarían a plazos. Muchos de ellos, hasta hipotecaron propiedades. Y de pronto; lo único que les queda es la deuda y el nuevo problema de la repatriación.
Ochoa confirmó que, en la mayoría de los casos, las familias de los fallecidos son de escasos recursos económicos. La prueba es que lo primero que hacen, es recurrir a las colectas de dinero para repatriarlos, lo que convierte el proceso de luto en una situación más dramática y lenta.
Más de 100 familias
Texas Nicaraguan Community ha registrado en lo que va de este año unos 116 nicaragüenses que han fallecidos en Estados Unidos en diferentes circunstancias, son más de cien casos en los que la organización ha asesorado para el retorno de sus restos.
La organización además apuntó que otro número de migrantes no precisado perdió la vida en México mientras hacían la travesía para llegar al otro lado de la frontera. En la mayoría de los casos, las familias se esfuerzan por lograr la repatriación porque el retorno garantiza sepultarlos en sus lugares de origen, lo que les ayuda a las familias en el proceso de resignación ante el dolor que atraviesan.
Pero, ¿cuánto llega a costar un trámite como ese? Justine Ochoa responde que no hay una cifra exacta, solo las aproximaciones que mencionó antes, porque cada caso es diferente. «Tiene sus propias particularidades como la ubicación geográfica, los prestadores del servicio fúnebre, las fechas, entre otros parámetros», explicó.
Una gestión tras otra
Sobre el procedimiento, señaló que «si la persona no está en una morgue, como, por ejemplo, el que se ahogó en el río (Bravo) y se lo llevaron como una persona no identificada, ahí es otro rollo. Pero, por ejemplo, con todos los cuerpos de las personas que se mueren accidentados, todos estos cuerpos pasan a una morgue y la funeraria que la familia escoja, le manda hasta Nicaragua una carta que tienen que firmar y apostillar o legalizar. Y hay que hacer esas gestiones».
Después de apostillar el documento en el Ministerio de Relaciones Exteriores, la familia debe escanear el documento y enviarlo a la funeraria junto con el acta de nacimiento original de la persona fallecida y adjuntar la cédula de identidad de la mamá y del papá del muerto, para que la funeraria contratada, comience con los trámites en Estados Unidos o en el país donde falleció.
Una vez que llega el cuerpo a Nicaragua, la familia debe contratar a una segunda funeraria para que retire el cuerpo en el aeropuerto, ya que según explicó Ochoa, esta es una normativa establecida en Nicaragua de que un «cuerpo que llega por avión, tiene que ser retirado únicamente por una funeraria».
La familia, además tiene que pagar a la aerolínea alrededor de 25 dólares, 925 córdobas para recoger el ataúd.
La repatriación desde México
Sobre el proceso de repatriación desde México a Nicaragua, Justine Ochoa refirió que, en este país, se da un tratamiento distinto a estos casos, lo que hace sea «más difícil». Respecto al costo, puede ser desde los 3.600 dólares a más.
«La Fiscalía en México exige a la familia en Nicaragua un poder notarial. Entonces la familia en Nicaragua tiene que hacer un poder con un notario (abogado) con toda la información de la funeraria que va a llevar a cabo la repatriación y se le emite un poder al gestor diciendo que esa persona, se va a hacer cargo de la repatriación, del reconocimiento del cuerpo y todo», explicó la activista de la TNC.
Además, Ochoa detalló que ese poder lo tiene que emitir en Nicaragua un abogado, después la familia lo tienen que llevar a apostillar. «Entonces todo comienza con un notario que cobra por ese servicio, un mínimo de 100 dólares, después apostillar y toda la documentación debe ser enviada a México por un costo de al menos 85 dólares, todo esto sin incluir los gastos de las funerarias», añadió.
«El poder se tiene que escanear completamente como el original y se manda a la funeraria para que ellos vayan haciendo las acreditaciones, mientras va llegando el poder original», aclaró Ochoa.
Señaló que una vez el documento sea enviado a la Fiscalía, la entidad procede a hacer los trámites relacionados al reconocimiento y que, para esto, la familia debe de enviar fotos de la persona o alguna otra información requerida para estar seguros que es el cuerpo correcto.
TNC apoya gestiones
Cuando llega el poder original en México comienzan con los trámites. La organización con la que colabora Ochoa, se ha puesto al frente de varios casos para ayudar a estas familias. Ochoa explicó que ellos se comunican por correo con la Embajada de Nicaragua en México, para solicitarle una carta al consulado anexando al poder para lograr la entrega del cuerpo.
Una vez cumplidas las gestiones, el cuerpo es enviado a Nicaragua, donde la familia, al igual que en el caso de Estados Unidos deben contratar una funeraria que cobra unos 115 dólares, que son 4,255 córdobas para que retire el cuerpo en el aeropuerto.
«Nosotros como oenegés hemos estado dando el poder completamente gratuito. Tenemos un abogado voluntario de Nicaragua a quién nosotros le pagamos algo simbólico y él hace el poder y las demás diligencias», dijo.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más reveló en el informe titulado «Situación de las Personas Nicaragüenses Desplazadas Forzadas» que de abril 2018 a mayo 2023, migraron alrededor de 586,043 nicaragüenses.
La organización detalló que los principales destinos de las personas nicaragüenses que buscan algún tipo de protección internacional son Estados Unidos, Costa Rica, México y España. De acuerdo al informe, solo a Estados Unidos habían llegado hasta la última fecha 344,182 nicaragüenses y a México 17,047.
Por Voces Unidas
