El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo inventó la «Comisión para la Cooperación Parlamentaria Rusia-Nicaragua». El evento se realizó el lunes, dos de octubre, en la Duma Estatal de la Federación de Rusia, estrechando más las relaciones entre ambas naciones.
La ceremonia fue presidida por el Viacheslav Volodin, presidente de la Asamblea Federal rusa y el hijo de la pareja de dictadores, Laureano Ortega Murillo, quien funge como representante especial del presidente de Nicaragua para los Asuntos con Rusia.
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Según la dictadura nicaragüense, en la primera sesión de trabajo de la Comisión se plantearon las áreas «prioritarias» de cooperación bilateral entre Nicaragua y Rusia destacando temas en salud, transporte, agricultura, energía; comercio, inversiones, cooperación financiera.
A como es costumbre de la administración orteguista y la de Vladimir Putin, en la reunión se plantearon «luchar ante el hegemonismo y la injerencia externa», en clara advertencia a la comunidad internacional.
En su intervención, Laureano Ortega volvió a jurar lealtad al Gobierno de Rusia, afirmando que a diferencia de otros países de Latinoamérica que afirman que son neutrales con respecto a algunas posiciones contra el Kremlin, «Nicaragua está» con el gobierno ruso.
«Nicaragua está con Rusia porque es lo correcto, es lo justo» afirmó el hijo de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, el rostro más visible en relación a asuntos de comercio con Rusia y China.
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Desde décadas, el régimen de Daniel Ortega ha sostenido «buenas relaciones» con su homólogo Vladimir Putin, defendiéndolo en todo todos los espacios internacionales posibles; además lo ha apoyado la invasión contra Ucrania, invasión que lleva más de de un año.
A la vez ha atacado innumerable veces a Ucrania, señalando al presidente Volodimir Zelenski de ser nazi y que la invasión es «justificada». También ha rechazado todas la condenas generalizadas por el ataque armado.
