Durante su intervención en el último día de la 48 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, una vez más despotricó en contra del organismo señalándolo de ser un «instrumento de servidumbre al servicio de las potencias».
Asimismo, exigió el respeto al sistema de Naciones Unidas, para que —según la dictadura de Ortega— recupere sus valores fundacionales «en este otro mundo donde aprendemos, nos actualizamos y seguimos defendiendo modelos justos, soberanos desde el derecho ajeno que es la paz».
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Pese a que el régimen de Nicaragua es señalado de ser responsable de violaciones de los derechos, donde ha encarcelado, confiscado bienes y deportado a opositores, Moncada, en nombre de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, exigió y reclamó «paz y justicia para todos».
A la vez, Moncada se solidarizó con los regímenes de Venezuela, Cuba, China y Corea del Norte, y volvió a respaldar la invasión de Rusia contra Ucrania, que según la dictadura de Ortega, «libran una batalla de agresiones impuestas por los colonialistas de la tierra».
Como si fuera un virus maligno que se propaga por la región centroamericana, el nepotismo practicado por el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, contagió al político y empresario panameño Ricardo Martinelli, quien el pasado fin de semana designó a su esposa, Marta Linares, como su compañera de fórmula para buscar juntos, marido y mujer, la presidencia y vicepresidencia respectivamente, de Panamá.
Analistas nicaragüenses ya habían advertido que las prácticas políticas del dictador Ortega podrían constituirse, a mediano plazo, en un mal ejemplo para la región y efectivamente eso es lo que está ocurriendo, según dijeron activistas consultados por Artículo 66.
Martinelli, de 71 años, que gobernó Panamá desde 2009 hasta 2014 y llegó al poder gracias a un discurso anticorrupción, anunció el domingo pasado que su esposa, Marta Linares, será su candidata a vicepresidenta para las elecciones generales de 2024 en el país canalero. El exgobernante busca un nuevo mandato, pese a estar condenado por blanqueo de capitales.
«Esta persona (su esposa) me conoce de arriba abajo. Hemos pasado por cosas buenas, malas, hemos viajado, es una persona que me conoce de pie a cabeza, es una persona en la que yo confío», insistió Martinelli como si le estuviera dando un regalo de agradecimiento personal, al anunciar la candidatura de su esposa como su vicepresidenta.
Para el dirigente opositor nicaragüense, desterrado y desnacionalizado por la dictadura de Ortega, Juan Sebastián Chamorro, el paso dado por Martinelli, imitando al tirano de Nicaragua, «es una aberración» política.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, declaró emergencia nacional ante la crisis migratoria que vive el país tras la fuerte ola de migrantes en la frontera sur y que utilizan el territorio tico como puente para seguir su camino rumbo a Estados Unidos.
«He instruido a los jerarcas involucrados que esta situación amerita declarar una emergencia nacional que se vive en el país debido a la cantidad de personas que están pasando por nuestro territorio», detallo el mandatario tico, en conferencia de prensa este martes, 26 de septiembre.
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Asimismo, las autoridades costarricenses explicaron que la cantidad de personas migrantes que cruzan por las zonas fronterizas de Paso Canoas, frontera con Panamá, así como Peñas Blancas y Tablillas «sobrepasa la capacidad institucional para atenderlas».
A la vez detallan que, de acuerdo con el CNE, en lo que va de septiembre, más de 60 mil personas han cruzado por Paso Canoas, ciudad fronteriza donde viven menos de 20 mil costarricenses, «siendo un impacto tres veces mayor al que la gente tiene allí».