El alto comisionado de la Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, presentó, este 12 de septiembre, su actualización sobre la situación de Nicaragua y denunció que en el país centroamericano, bajo la administración de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, los derechos humanos siguen en un «continuo y generalizado deterioro», pues el régimen sigue imponiendo «graves restricciones al espacio democrático y cívico, suspendiendo los derechos y libertades individuales y colectivas de su pueblo».
El informe fue presentado ante los 47 Estados integrantes del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU y fue apoyado por la mayoría de representantes, a excepción del entorno aliado de Ortega: Venezuela, Cuba, China, Irán, Rusia, Corea del Norte, Bielorrusia y Eritrea, únicos que mostraron apoyo a la dictadura de Nicaragua, basando su defensa en la bandera de la soberanía.
El alto comisionado, al iniciar su informe, expresó que le entristece «profundamente el continuo y generalizado deterioro de los derechos humanos en Nicaragua» donde se castiga y encarcela a las personas solo por expresar sus opiniones, acciones que, intensifican aún más el aislamiento del país, algo que no sirven a los intereses el pueblo nicaragüense ni a los del régimen.
Organizaciones políticas y sociales nicaragüenses en el exilio se solidarizaron con las presas políticas recluidas en la cárcel La Esperanza, que se declararon en huelga de hambre el pasado lunes, 11 de septiembre, para demandar a la dictadura Ortega-Murillo condiciones carcelarias básicas y dignas para las mujeres que han sido encarceladas arbitrariamente.
En las celdas del penal para mujeres La Esperanza hay 16 presas políticas, de acuerdo con datos del Mecanismo Para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas. Las reas se habrían declarado en huelga de hambre para demandar condiciones carcelarias dignas, según informó la organización Monitoreo Azul y Blanco.
La dirigente opositora en el exilio Ana Quirós, en nombre de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), a través de un pronunciamiento divulgado, dijo que se suman a la demanda que hacen las presas políticas «por trato digno y humano, por acceso a agua potable, sol y atención en salud de calidad».
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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, arremetió este martes contra sus pares de Colombia, Gustavo Petro, y Chile, Gabriel Boric, a quienes llamó «traidor» y «pinochetito», respectivamente, luego de sus críticas por la situación de opositores.
En un discurso por los 44 años de la Policía de Nicaragua, Ortega aseguró que Petro dirige «un estado al servicio de los yanquis» y que «traicionó» a los guerrilleros con los que luchó décadas atrás.
«Hay quienes se mantienen firmes a lo largo de la historia (…), otros caminan un día y cuando las condiciones son adversas, entonces la cobardía los hace renegar, la cobardía los hace convertirse en agentes del imperio yanqui y los hace traicionar , indicó.
«Petro decía que él era antimperialista cuando estaba con la guerrilla. ¿Y qué esperás, Petro, para sacar las bases militares de los yanquis de Colombia?», añadió.