Líderes políticos y opositores nicaragüenses condenaron la reciente cancelación arbitraria de la personalidad jurídica a la Compañía de Jesús, y señalaron que esta nueva acción represiva del régimen de Daniel Ortega contra la orden sacerdotal «es un episodio más de persecución religiosa que busca aniquilar la presencia de los sacerdotes jesuitas en el país», debido a que los religiosos han sido «una voz crítica» ante los atropellos perpetrados por la dictadura contra el pueblo de Nicaragua.
La abogada Martha Patrica Molina indicó a Artículo 66 que con esta nueva arremetida, el régimen «pretende aniquilar por completo a la Iglesia católica nicaragüense y paralelamente también nacionalizar la educación porque a un Estado criminal como es Nicaragua no le conviene formar ni egresar a seres pensantes».
En ese sentido, Molina resaltó que en las casas de estudios administradas por los jesuitas se imparte «educación de calidad» y se forman jóvenes con «capacidad de análisis y crítica»; cualidades que el régimen ve como un problema porque «está con ansia, de adoctrinar desde temprana edad a los jóvenes para mantener a futuro su proyecto de dictadura dinástica que es lo que están construyendo».
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La excarcelada política Dora María Téllez también denunció que con la ilegalización de la Compañía de Jesús el régimen de Ortega Murillo «pretende robar sus obras que son abundantes», como el Colegio Centroamerica, Fe y Alegría, el Instituto Loyola; y, asimismo, advirtió que con las últimas acciones represivas del régimen este da un paso más para controlar el sistema educativo privado del país.
«Todas estas cancelaciones arbitrarias, lo único que demuestran es que la dictadura pretende, paulatinamente ir cerrando y conquistando cada uno de los colegios católicos privados, ahí los incluyo a todos», precisó Téllez.
Además, la exguerrillera sandinista aseguró que aunque las entidades educativas que manejan los jesuitas tengas personalidades jurídicas distintas son propiedad de la Compañía de Jesús y el gobierno sandinista va sobre todos esos bienes.
«Lo que estamos viendo es un régimen que da patadas a todo lo que hay en Nicaragua, que ellos sienten que no tienen control, que tienen miedo a todo lo que no controlan y eso incluye como hemos visto a la Iglesia católica», subrayó Téllez.
Por su parte, el periodista Israel González señaló que esta nueva acción de la dictadura representa «otro episodio más de persecución religiosa, otra embestida contra de la Iglesia» y en este caso, con una particular saña en contra de los padres jesuitas.
«Los jesuitas no solo han acompañado a la gente, a los estudiantes que han sido víctimas de la represión desde el año 2018, pero también que han sido de las congregaciones religiosas que no han callado, sino que han denunciado las acciones represivas del gobierno y por ende esta saña cobra mayor fuerza en estos días», apuntó.
¿Qué pasará con los jesuitas?
Los opositores además advirtieron a los sacerdotes jesuitas que con el despojo de la personalidad jurídica a la Compañía de Jesús, los religiosos de origen extranjero corren el riesgo de ser expulsados de Nicaragua y que los nacionales solo podrán desempeñar trabajos pastorales en el país.
Ortega y Murillo «está repitiendo las mismas arbitrariedades que hicieron en la década de los 80, entonces lo más seguro es que expulsen a los jesuitas de Nicaragua y yo creo que ellos deberían de estar alerta, porque desde ya la vida de cada jesuita corre peligro en Nicaragua», sostuvo Martha Patrica Molina.
Por otro lado, Dora María Téllez resaltó que en el caso de la Compañía de Jesús, hay dos cosas que cruzan, por un lado, los ataques a la Iglesia Católica y por otro lado que son jesuitas; ambas cosas tienen que ver con el papa Francisco, el papa Francisco está aquí confrontado desde la perspectiva de los robos y de las agresiones a la Iglesia Católica y está confrontado desde la perspectiva de que se roban, agreden, confiscan a la Compañía de Jesús en Nicaragua, de la cual él es miembro, él es jesuita».
«Así que yo no puedo dejar de ver esto como una confrontación contra El Vaticano, que subraya el hecho de que es un régimen que está aislado y todo régimen aislado dispara contra todo lo que se mueve, todo lo el que tiene miedo, dispara contra todo lo que se mueve porque tiene terror y este es un régimen aterrorizado porque no ha podido dominar la resistencia del pueblo nicaragüense, ni ha podido retornar a su condición de hegemonía, a su condición de dominio sobre Nicaragua con toda tranquilidad», agregó.
Mediante el acuerdo ministerial 105-2023-OSFL, el Ministerio de Gobernación (Migob) oficializó este miércoles el despojó de la personalidad jurídica a la Asociación Compañía de Jesús y acusó a la entidad jesuita de no reportar sus «estados financieros» de los períodos fiscales del 2020, 2021 y 2022. Además, los señala de tener su Junta directiva «vencida» desde hace tres años, mismos argumentos que el régimen ha empleado desde 2018 para liquidar a más de 3,500 Organismos Sin Fines de Lucro (OSFL).
En ese sentido, la institución gubernamental ordenó confiscar todos los bienes de los jesuitas en el país y pasarlos a manos del Estado, tal como ya hicieron con la UCA y la residencia de los sacerdotes jesuitas.