Los Colegios jesuitas Loyola y Centroamérica han tratado de calmar a sus respectivas comunidades estudiantiles aclarando que sus personerías jurídicas son independientes de la Asociación Compañía de Jesús, declarada ilegal este miércoles 23 de agosto por el régimen Ortega-Murillo, que además ordenó confiscar todos los bienes a los jesuitas.
La cancelación de la personería jurídica y confiscación de la asociación jesuita en Nicaragua provocó nerviosismo en la comunidad educativa del Loyola y el Centroamérica, que son administrados por los jesuitas, sin embargo las autoridades de ambos centros educativos han aclarado que cada uno tiene su propia personalidad jurídica y no han recibido ninguna notificación de parte de las autoridades gubernamentales que les impida seguir funcionando con normalidad, hasta ahora.
Llama a mantener la calma
La dirección general del Instituto Loyola, fundado por la orden sacerdotal Jesuita en 1956, envió una comunicación vía correo electrónico a padres y madres de familia con hijos en ese centro educativo, anunciando que siguen funcionando con normalidad.
«Sirva la presente para aclarar que el Instituto Loyola y la Asociación Compañía de Jesús son dos asociaciones diferentes, por tanto, el funcionamiento del colegio y las clases continúan normal», dicen las autoridades del Loyola, al tiempo que piden mantenerse pendientes a sus comunicaciones oficiales.
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Por su parte el Colegio Centroamérica, también fundado por los jesuita pero en 1916, salió al paso de las especulaciones con respecto a su funcionamiento y aclaró que su personería jurídica no está vinculada con la Compañía de Jesús.
«Esta mañana en La Gaceta ha salido publicada la cancelación de la Personería Jurídica de ‘Asociación Compaña de Jesús de Nicaragua’. Es una persona jurídica distinta de la Personería Jurídica ‘Asociación Colegio Centro América’», dice la comunicación firmada por el padre Silvio Avilés, rector de ese colegio.
Asimismo, informan que, hasta el momento «contra la Asociación Colegio Centroamérica no ha llegado nada (de notificación)». Por tanto, los jesuitas de ese colegio piden a los padres de familia y estudiantes mantener «calma, esperanza y fe para continuar nuestra misión de educar a las nuevas generaciones».
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La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una guerra abierta contra la Iglesia católica y en las últimas semanas ha enfilado sus cañones contra la Compañía de Jesús. Primero acusó a la Universidad Centroamericana (UCA) de terrorismo, luego ordenó la confiscación de sus bienes incluyendo la residencia de los sacerdotes que trabajaban en esa alma mater. Esta semana ha aniquilado a la Asociación Compañía de Jesús y también le confiscó todos sus bienes.
Los estudiantes de la UCA fueron activos durante las protestas sociales iniciadas en abril de 2018. Mientras que el Colegio Loyola es el centro escolar de secundaria de donde salió el primer niño mártir de esas protestas. El niño Álvaro Conrado, estudiante del Loyola, que participaba en las manifestaciones suministrando agua a los protestantes, fue asesinado por las balas de la policía orteguista.
En memoria de Alvarito Conrado se erigió un monumento en los predios del Loyola, y en el Centroamérica se inauguró una galería en su memoria.