El régimen Ortega-Murillo está enredado en el tema del cobro o no de aranceles en la nueva universidad que inventaron para robarse la Universidad Centroamericana (UCA). Mientras la vicedictadora Rosario Murillo anunció este viernes que en la «Casimiro Sotelo» los pagos serán «al menor costo posible», dejando claro que sí habrá cobros, esta misma tarde la presidenta del Consejo Nacional de Universidades (CNU), Ramona Rodríguez, contradijo tajantemente a su jefa y aseguró que la nueva universidad será «gratuita».
La Universidad Nacional Casimiro Sotelo fue inaugurada la tarde de este viernes en las instalaciones que la dictadura Ortega-Murillo robó a la orden sacerdotal católica Compañía de Jesús, que administraba la Universidad Centroamericana (UCA). Durante la Inauguración, la presidenta del CNU dijo, sin ninguna señal de titubeo, que esa institución, ahora estatal, será gratuita.
«Anunciamos que esta universidad del pueblo es gratuita, para garantizar la formación y el futuro de los jóvenes, hombres y mujeres, hijas e hijos de las Familias de escasos recursos económicos de esta Nicaragua Bendita y Siempre Libre… En esta universidad no habrá ningún arancel o pago», reitero con énfasis Rodríguez, emocionando a una portátil de agitadores sandinistas que llevaron al acto de instalación de los rectores de la nueva casa de estudios sandinista, sin explicar de dónde sacarán el presupuesto público para mantener a la universidad robada.
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Lo dicho por la funcionaria orteguista contradice de plano a Rosario Murillo, quien este mediodía, en su monólogo diario a través de los medios oficialista, dijo que la Casimiro Sotelo tiene como «objetivo y meta, como todas las universidades del país, brindar la mejor educación al menor costo posible». Murillo en ningún momento dijo que será gratuita, como en realidad no lo es en ninguna de las universidades confiscadas hasta ahora.
La UCA fue acusada de terrorismo el pasado 15 de agosto por el poder judicial al servicio de la dictadura. Un día después sus bienes fueron confiscados, el jueves el CNU le retiró su permiso de funcionamiento como institución de educación superior y simultáneamente creó la nueva universidad que este viernes fue inaugurada.
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Así se consumó la venganza de los dictadores Ortega y Murillo contra una institución educativa superior cuyos alumnos no se doblegaron durante las rebelión de hace cinco años. Los estudiantes universitarios fueron la columna vertebral de las protestas sociales iniciadas en 2018. Recintos como la Unan-Managua, la UCA, la UPOLI, la UNA, la UNI, entre otros, se convirtieron en verdaderos bastiones de la resistencia estudiantil. Los tiranos no le perdonaron eso a los universitarios y una a una ha ido asaltando a todas las universidades que lo desafiaron.
Las autoridades de esa universidad anunciaron que reiniciaran las actividades académicas el próximo 28 de agosto y para ello hicieron el llamado a todos los estudiantes a que se presenten a realizar sus respectivas matrículas. Sin embargo, estudiantes de la confiscada UCA han expresado su deseo de no continuar estudiando bajo las reglas de la dictadura. Está por verse quiénes se matriculan.
