En diciembre del año pasado, Neffy Cortez decidió abandonar su trabajo como conductor de mototaxi, luego de recorrer por muchos años las calles del municipio de Niquinohomo, en busca de pasajeros. Se trazó la meta de llegar a Estados Unidos aunque fuera de forma irregular en busca de mejores oportunidades económicas para garantizar un mejor futuro a su familia.
A finales de ese mes tuvo la suerte de cruzar la frontera de México y llegar a norteamérica. Se estableció en Nueva Jersey, donde una familia de niquinohomeños que amablemente lo hospedaron, le ayudaron a conseguir empleo en el sector de construcción.
A los pocos meses, inició a enviar remesas y abonar a parte de la deuda que adquirió para hacer el viaje. Cada noche tenía la costumbre de conversar a través de videollamada con su pareja, la joven Renata García, con quien procreó una niña, que ya tiene año y medio de vida. Siempre se mostró sonriente y le hacía saber a García, que tenía planes de que ella viajara con su hija a ese país.
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«El fin de semana estábamos en una videollamada conversando, como de costumbre, me preguntaba de la niña y yo le decía que estaba muy bien, y me alegraba que estuviera trabajando, pero de repente mi madre, y yo vimos que se desvaneció frente al lente de la cámara», contó García.
«Por un momento pensábamos que era una broma, pero a los pocos minutos nos llamaron sus amigos, para decirnos que había fallecido de un infartó. Esa noticia destrozó mi vida y mis sueños», relata la joven viuda que no para de llorar por su pérdida.
Un luchador cargado de sueños
La joven viuda dice que ambos soñaban con la compra de un terreno para construir una casa propia, porque ella seguía habitando en la casa de su padre René García. Cortez le había dicho que «trabajaba duro»para ahorrar el dinero suficiente y comprar dos taxis. Una vez que lo lograra, volvería a casa a reunirse con su pequeña familia de Niquinohomo.
«Me duele el alma ver cómo en minutos, se desplomó el sueño de un joven matrimonio que tenían muchos planes, pero solo pedimos resignación a Dios para enfrentar su partida. Él era un joven muy responsable, ya había empezado a comprar algunos muebles para su casa», menciona entre lágrimas Ada Marín, madre de Renata García.
«Mi amor, mi esposo, mi mejor amigo, mi confidente, aún es difícil asimilar esta trágica noticia, ver como estábamos conversando, riéndonos, planeando y de repente ver como tus ojos se apagaron», señala García como si el padre de su niña pudiera aún oírla.
«Me quedo con el hombre maravilloso que fuiste, con el amor que me demostraste y el buen padre que fuiste, cuidaré de tu hija y siempre tendrás un lugar en mi corazón», escribió algunas horas después en su red social Renata García.
Esperan repatriar sus restos
En la casa de los padres de Renata se vive un duelo que lo representa un altar con una fotografía, flores y veladoras que ruegan por el alma de Neffy Cortez, pero el deseo de esta familia, es que puedan brindarle las debidas exequias en su pueblo natal, Niquinohomo. Por ahora, admiten que viven momentos de incertidumbre, porque los gastos de repatriación superan los quince mil dólares.
«Esperamos que sus amigos y la empresa donde laboraba en los Estados Unidos nos ayuden a asumir los gastos del traslado. Ellos tienen la buena voluntad de realizar todos los trámites necesarios, para darle cristiana sepultura dentro de unos ochos días», relata Ada Marin.
El nicaragüense Neffy Cortez se une a una larga lista de migrantes que han fallecido fuera de su país.
Los familiares del joven fallecido se muestran sorprendidos de su repentina muerte, porque siempre fue saludable y nunca padeció de ningún problema en su corazón. Tampoco se mostraba angustiado por haberse separado de su familia.
A los pocos meses de haber llegado a los Estados Unidos, Neffy Cortez se enteró de la triste noticia de la muerte de su padre Douglas Cortez, pero supo asimilar ese golpe de la vida y siguió luchando hasta su último día para ayudar a su familia y sus dos hijos que había procreado con una anterior pareja.
Por: Voces Unidas.