Al menos 12 crímenes contra mujeres, de los 37 femicidios registrados en este país, aún permanecen impunes, puesto que los agresores aún se encuentran prófugos de la justicia, denuncian organizaciones defensoras de derechos humanos.
Según fuentes del Observatorio Voces, de la Organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), a tan solo cinco meses de que culmine el año 2023 se han registrado 17 femicidios más de nicaragüenses en el extranjero; Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, y Honduras, la mayoría. Estos se suman a los que han ocurrido en el país.
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Según miembros de CDD, en estos ocho meses que lleva el año, las cifras por femicidio han sobrepasado los ocurrido en los mismos periodos de años anteriores. «Hablamos también de una tasa total de impunidad que se sitúa en el 32 por ciento de los casos en lo que va del año 2023. Es demasiado», aseguran.
Doble crimen, todavía impune
El caso más reciente que estremeció al país ocurrió la madrugada del miércoles último en el Tuma-La Dalia, en el departamento de Matagalpa. Allá, hombres de identidad desconocida atacaron a balazos a Meyling del Socorro Zamora, de 25 años, y a Gabriel Zamora, de 64 años, su padre, quienes fallecieron de forma instantánea.
La joven fue asesinada frente a sus hijos gemelos y tras acabar con su vida atacaron a su papá. Los cuerpos, según fuentes oficiales, presentaron al menos tres impactos de bala cada uno.
El robo, como el móvil para el asesinato de ambos, fue descartado por la Policía, puesto que los malhechores, no se llevaron consigo nada de valor. Hasta el momento, poco se sabe de la investigación de este caso.
Silencio en otros femicidios
Otro femicidio de revuelo en Nicaragua fue el de la doctora Aracelli Valera Bonilla, de 51 años, quien habitaba desde hace varios años en el municipio de San Juan del Sur. El 20 de marzo fue encontrada una osamenta en un predio baldío a escasos metros de donde vivía. Primero se dijo que eran sus restos, después que no, y al final que sí. La Policía del régimen nunca disipó las dudas de este caso.
El femicidio es un flagelo en el país. Cada año aumentan las víctimas.
Se especuló de todo en el caso de la anestesióloga. Se dijo que el crimen contra ella fue producto de un sicariato, o una pasada de cuentas contra la persona con la que ella salía, pero a la fecha, las autoridades callan y obligaron a sus familiares a guardar silencio también.
Pero los casos continuaron. En San Isidro, Matagalpa, los familiares de la quinceañera Elizabeth Romero Urbina denunciaron que la Policía no continuó con las investigaciones alrededor de su muerte y cerraron el caso, concluyendo que había sido suicidio. Tanto conocidos y familiares contradicen esa versión y señalaron que su cuerpo presentaba señales de agresión.
«Nosotros sabemos que quien le hizo daño a ella fue un conocido, quien se hacía pasar por supuesto amigo. La Policía no quiso seguir investigando y al tiempo dejaron en libertad al sospechoso, maquillando el caso como suicidio», acusó un familiar de la menor.
Como se recordará, el caso alarmó a todos los pobladores de San Isidro, ya que el cuerpo, fue encontrado el 15 de abril con un disparo en la cabeza y dentro de una bodega. El cuerpo, según familiares, presentaba signos de violencia y torturas.
Por: Voces Unidas.