En su prédica de este domingo, el sacerdote Marcos Somarriba, párroco de la Iglesia Santa Agatha, en Miami, denunció que monseñor Rolando Álvarez cumplió un año encarcelado en «las mazmorras» del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«El viernes (cuatro de agosto) monseñor Álvarez cumplió un año en la cárcel, en las mazmorras de quienes quieren acallar su voz y como el mismo apóstol Santiago, amarrado de manos en el camino al calvario, dijo: me amarrarán las manos, pero nunca mi bendición», dijo el prelado.
En ese sentido, subrayó que «soñamos con un milagro, el milagro de vivir sin presos políticos y sin exiliados, que es lo que más desean nuestros pueblos dominados por compatriotas sordos al bien y a la verdad de su afán y hambre enfermiza de poder, que se nos dé el milagro de vivir sin esta inmigración forzada, que nos desangra como hermanos y como nación y que como consecuencia está desintegrando a nuestra familia».
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El padre Somarriba también hizo referencia a un mensaje emblemático pronunciado por el obispo Álvarez antes de su encarcelamiento. «Nuestros países están cansados de seguir repitiendo la misma historia, ciclos de violencia, de confrontación y de pactos a espaldas del pueblo. No queremos discursos convulsionados, discursos de odio, que inciten al enfrentamiento entre hermanos; esto lo dijo monseñor Álvarez», recordó el religioso.
El cuatro de agosto, monseñor Rolando Álvarez cumplió un año de haber sido encerrado en la Curia Episcopal de Matagalpa, luego que decenas de antimotines cercaran el recinto donde el jerarca estuvo por más de 15 días, junto a otros sacerdotes, seminaristas y laicos, en casa por cárcel.
El líder religioso es una voz crítica de la dictadura Ortega y Murillo y ha contado con la aceptación y respaldo de miles de nicaragüenses y de la comunidad internacional, quienes han demandado su libertad inmediata, así como la de todos los presos políticos.
Por otra parte, el sacerdote Marcos Somarriba retomó el evangelio de Mateo de este domingo, seis de agosto, para destacar la fiesta católica de «la transfiguración», que según la biblia es la manifestación de Dios dejándose ver y sentir por su pueblo. Asimismo, animó a los ciudadanos a mantener la esperanza incluso en medio de desafíos y obstáculos.
«Mateo utiliza esta experiencia, esta vivencia de Jesús y los tres apóstoles para fortalecer a su comunidad que aunque pasemos por valles oscuros no debemos de temer, que aunque la cosa se ponga difícil, cuando uno está camino al monte del Señor en la subida a encontrarlo uno no puede perder la esperanza, su luz ilumina nuestro camino cuesta arriba», resaltó.
«Suban les dijo Jesús, caminen conmigo y es la misma invitación que nos hace a cada uno de nosotros en el camino de la vida, vengan conmigo, caminen a mi lado, aunque sea pedregoso e inclinado yo estoy con ustedes, aun cuando el camino sea difícil, (…) sobre las piedras difíciles de superar, las piedras de la persecución, del destierro de muchos, las piedras de la muerte de mucha gente inocente, asesinada, del camino del exilio en tierras extranjeras», apuntó.
«Jesús mismo comprende la separación familiar también, el salir uno de su patria por salvar la vida, que quiere ser eliminada por los Herodes de su tiempo y por los Herodes de hoy», agregó.
Además, el padre Somarriba destacó que «hay montes de terror en nuestra sociedad, en nuestra vida, en nuestro mundo. Hay montes de poder, hay montes de ambiciones, de egoísmos. Hay montes de muerte, de ambiciones mesiánicas, montes donde suben muchos pisoteando, golpeando, encarcelando, torturando y asesinando para mantenerse en una cima que tarde o temprano se desmorona porque no está fundamentada en buscar buenos horizontes para los demás».
De acuerdo con el Colectivo de Derecho Humanos Nicaragua Nunca Más, la crisis que atraviesa el país desde abril de 2018 ha provocado el mayor éxodo de su historia, superior incluso al de la década de 1980. Al menos 605,043 nicaragüenses han abandonado territorio nicaragüense entre 2018 y 2023, un 9 % de la población total.