En su guerra contra la Iglesia, el régimen de Daniel Ortega ha prohibido las procesiones religiosas y confinado a las imágenes a los templos, los que manda a acordonar con policías antimotines y paramilitares. No importa que sean las imágenes de sus santos patronos y que la tradición de recorrer las calles de sus ciudades cumplan siglos. No salen y punto.
Queda claro que se oponen a las manifestaciones que la Iglesia considera “de piedad” para castigar la fe, pero a cambio ordena a las autoridades locales que ha impuesto en los municipios, promuevan un ambiente festivo, carnavalesco, pagano en su totalidad. Pero pasará algo diferente hoy en Managua. Santo Domingo de Guzmán, sale en procesión desde Las Sierritas de Santo Domingo, a la capital.
Voces consultadas para este reporte coinciden en que es parte del intento del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de manipular la fe católica a la que quiere someter y que si permite la procesión, seguro será “bajo una vigilancia estricta policial y paramilitar”.
Dos tipos de celebraciones
En otros municipios, mientras la iglesia convoca a honrar a los santos de la ciudad, las alcaldías del régimen convocan a fiestas gratis con música en vivo de agrupaciones nacionales y eligen a las reinas de las fiestas, organizan desfiles hípicos y ceden los permisos para la instalación de barreras de toros y los tradicionales chinamos.
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“Lo más importante en las fiestas patronales dirigidas a honrar a los santos en pueblos y ciudades es conocer su vida y tratar de imitarlos. Glorificamos a Dios por la misión que hicieron en este mundo y según el calendario litúrgico los celebramos en determinada fecha con romerías, velas, procesiones y lo más solemne la eucaristía”, explica un sacerdote católico que debido a la persecución ahora forma parte del grupo de nicaragüenses exiliados.
El resto de actividades – añadió– que se mezclan con barreras, chinamos, fiestas paganas, no es cristiano, eso más bien acarrea más delincuencia, pecados y hasta luto, porque muchas terminan en muertes y otras tragedias”, acusa.
“Atacan la fe y quieren manipularla”
El religioso denunció que Nicaragua vive tiempos en que existen autoridades e instituciones ajenas a la iglesia, que no dan testimonio de vida cristiana y pretenden “apoderarse” de las actividades religiosas para intentar manipular la fe en beneficios personales. “Prohíben que el pueblo católico manifieste su fe públicamente, la reducen dentro del templo y amenazan en las homilías, ¿Por qué? Porque esta es una fe que no puede manipularse. No es para hombres”, criticó.
Sobre lo que pasa hoy en Managua con la salida del santo en procesión, la única permitida hasta ahora desde Semana Santa, dice que a todos los religiosos les causó sorpresa. “Esa es una pregunta válida para el párroco de Las Sierritas de Santo Domingo sobre lo que él dice, que es el resultado de conversaciones”, señala el religioso.
Por su lado, el analista político Eliseo Núñez es uno de los que advierte que en esta procesión de hoy, no sería raro que el régimen haya ordenado vigilancia estricta y disfrace como promesantes a esos “ojos y orejas”. “Ortega puede infiltrar de promesantes a los empleados públicos y hasta policías”, remarcó.
Procesión controlada
A la mayoría de nicaragüenses, sobre todo católicos, sorprendió la decisión del régimen orteguista de autorizar la tradicional procesión de Santo Domingo de Guzmán en su recorrido de hoy, desde Las Sierritas de Managua, hasta los escombros de la vieja ciudad, cuando en el resto del país, han amenazado con cárcel a los sacerdotes si sacan las imágenes.
Fue más raro ver a la alcaldesa orteguista Reyna Rueda, al vicealcalde Enrique Armas y al director del Instituto Regulador del Transporte de Managua del régimen Amaru Ramírez, asistir a la solemne misa de la bajada del santo patrono de los capitalinos. Se vieron muy católicos, mientras son funcionarios de un régimen que mantiene a un obispo y a varios sacerdotes presos, sin mencionar aquí los crímenes de lesa humanidad de los que son responsables.
Para Núñez, la decisión del régimen Ortega-Murillo de permitir la procesión de Santo Domingo de Guzmán, se debe al hecho de que Managua está controlada. Aquí tiene a la mayor cantidad de empleados públicos, partidarios y policías que seguro ha infiltrado en la procesión, reitera.
“En Managua (el régimen) no corre un riesgo enorme, mientras que en los departamentos es más descentralizado, y no hay tantos empleados públicos. Claro que le teme a otro estallido social, se le convertiría en un efecto dominó en el resto del país”, considera.
Enrique Sáenz, otro analista en el exilio, cree que las prohibiciones de las procesiones religiosas en el país, forman parte de “una expresión más de la determinación totalitaria del régimen”. Con respecto a las actividades paralelas que realizan los ediles orteguistas durante las fiestas patronales, “señala que solo buscan copar los espacios sociales, incluso el terreno sagrado de la conciencia, donde se incluyen las convicciones religiosas en su búsqueda incesante de manipularlo todo”.
El orteguismo y sus carnavales
La abogada Martha Patricia Molina, la investigadora nicaragüense que documenta las agresiones del régimen contra la Iglesia católica desde el contexto político del 2018, sostiene que el orteguismo no celebra ninguna fiesta religiosa, promueve carnavales.
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“Si la Iglesia católica se negara a celebrar un santo, los sandinistas se compran cualquier imagen y ni siquiera la llevan a bendecir a la iglesia, y simplemente la celebran, porque a ellos solo les importa quedar bien con lo cultural, lo turístico, lo carnavalesco. Les interesa la gente que llega a embriagarse y armar el relajo, porque esa es la génesis de esa organización”, denunció la opositora.
Molina recordó que la Iglesia ha demostrado que en esos contextos de represión siempre triunfa, porque a pesar de las prohibiciones, al final se celebran las actividades religiosas en los templos con la masiva participación de los fieles sin tener que recurrir a un permiso policial, porque para miles, si es un asunto de fe.
Por: Voces Unidas