Al ritmo de filarmónicos y con el aplauso de la feligresía, la venerada imagen de Santa Ana, en el municipio de Niquinohomo, en Masaya, fue bajada de su trono este pasado 8 de julio para dar inicio a sus fiestas patronales. La tradicional procesión habría sido cancelada por negativa del régimen sandinista, como ha ocurrido en varias parroquias del país.
El Padre Juan José Ortíz, párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, de Ticuantepe, presidió la solemne eucaristía de la bajada de la antiquísima imagen de la «abuelita Santa Ana» en su templo de 300 años de antigüedad, en Niquinohomo, en compañía del párroco de este municipio, Miguel de Jesús Toruño.
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«Iniciemos con alegría esta fiesta aún en las adversidades y en los tiempos difíciles que vivimos hoy en el mundo, no perdamos nunca la alegría. Hagan vida lo que cantan; Niquinohomo, Santa Ana te aclama, porque eres su gran protección, por tu nombre se aviva la llama ardiente», proclamó el sacerdote de Ticuantepe previo a la bajada de la venerada imagen.
Bajo asedio policial
Santa Ana descendió al unísono de su himno hasta el atrio de la iglesia donde grupos folclóricos y filarmónicos le veneran con bailes y cantos en el inicio de sus fiestas. Hasta este punto, la feligresía y devotos católicos lograron acompañar a la venerada imagen, mientras la policía del régimen asediaba el perímetro del templo, según confirmaron fuentes religiosas.
El padre Toruño, manifestó que este año, la imagen no bajó -como es tradición- el pasado viernes debido a que no lograron encontrar mayordomo para ese día. «Ustedes saben que en estos dorados tiempos, nosotros nos tenemos que acomodar de la mejor manera para poder simplificar, pero eso no quiere decir, dejar de celebrar con solemnidad y con amor a la abuelita Santa Ana», expresó.

En la gráfica, el pleno las autoridades eclesiales de la parroquia de Santa Ana, en Niquinohomo, en el atrio de la iglesia, lugar donde tendrá su procesión Santa Ana por estar confinada a ese recorrido por autoridades policiales que no autorizan procesiones.
Por su parte, el sacerdote exiliado en Estados Unidos, el padre Edwing Román, antiguo párroco de la iglesia San Miguel Arcángel, en Masaya, quien además es originario de Niquinohomo, reveló que este año la bajada de Santa Ana estuvo marcada por el asedio policial y presuntos grupos civiles enviados por el régimen sandinista para infiltrarse dentro del templo.
En sus redes sociales, el líder religioso y opositor a la dictadura confirmó que en Niquinohomo se han prohibido las procesiones, al igual que en otras ciudades del país. La medida represiva de Ortega y Murillo se extiende en medio de agresiones y acusaciones ilegales en contra de la iglesia católica y sus autoridades, a quienes les mandó a congelar todas las cuentas bancarias bajo supuesta investigación por lavado de dinero.
Evangélicos hacen sus campañas
De acuerdo al programa divulgado por la parroquia Santa Ana, de esta ciudad, durante sus fiestas patronales se ha priorizado que todas las actividades se hagan dentro del templo, y en los días de festejo popular en honor a la santa, no se realizarán tradicionales procesiones, solamente se expondrá la imagen en el atrio de la iglesia para veneración de los fieles.
La prohibición a la iglesia católica de Niquinohomo ocurre en un contexto en que las iglesias evangélicas empiezan a congraciarse con la dictadura para obtener avales y aprobación en sus actividades. El reciente fin de semana, la alcaldía sandinista autorizó en esta ciudad llevar a cabo la Jornada Evangelista Buenas Nuevas.
El evento religioso al que asistieron miles de evangélicos fue sin asedio, ni hostigamiento político y policial. Fue acompañado con las voces internacionales de Redimi2 y Marcela Gándara. Cabe señalar, que decenas de autobuses traídos por el régimen sandinista desde Rusia, fueron utilizados para trasladar a las personas que asistieron a las noches de vigilia.
Por: Voces Unidas.