El Gobierno que presiden los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo es cada vez más corrupto. Por lo menos el 56 por ciento de la población nicaragüense considera que la corrupción gubernamental ha aumentado en los últimos 6 meses, mientras que el 23% cree que el índice de corrupción se mantiene, según revela la más reciente encuesta realizada por la firma encuestadora costarricense Cid Gallup, encargada por el medio de comunicación nicaragüense Confidencial.
La consulta fue realizada entre el 14 y 20 de junio de este año y fueron entrevistados unos 823 ciudadanos a través de llamadas a sus teléfonos móviles. La encuesta tiene un nivel de confianza de 95% y un margen de error es de + −2.93%.
Los encuestadores preguntaron a los consultados ¿Cuál es su opinión sobre el nivel de corrupción en los últimos seis meses?, y el 56% dijo que «ha aumentado». El 23% respondió que los niveles de corrupción en el Gobierno «se mantienen». Es decir, en total, el 79% de los nicaragüenses opina que en el país hay corrupción.
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Los resultados del estudio revelan un dato que debe llamar la atención de la dictadura, y es que, incluso, dentro de sus seguidores hay un 35% que cree que los niveles de corrupción han aumentado y el 25% que se mantiene. En total el 60% de los propios sandinistas perciben al gobierno de su partido como corrupto.
La dictadura «se pudre»
Para el dirigente opositor desterrado por la dictadura, Félix Maradiaga, los resultados de esa encuesta confirman que «la dictadura pasa por un proceso acelerado de podredumbre interna»
El opositor opina que, en años pasados, la maquinaria propagandística del régimen podía encubrir «la rapiña», pero eso ya es imposible de ocultar por lo obvio. «La gente siente un deterioro acelerado en su calidad de vida, mientras la familia Ortega y su aparato íntimo se enriquecen», analiza Maradiaga.
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Advierte además que la sed desmedida de riqueza del círculo de poder cercano de la dictadura «ahora se ha extendido a sus operadores locales y municipales».
Por su parte, el dirigente de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), también en el destierro, Juan Sebastián Chamorro, opina que la principal preocupación del nicaragüense es el empleo, la economía y cómo la corrupción le puede afectar el bolsillo y por ello percibe, no ahora, sino siempre, que la corrupción crece cada día, como en efecto ocurre dentro del régimen Ortega-Murillo.
