El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se reúne este viernes con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en la última etapa de una gira para presionar por el acceso de su país a la OTAN y por el envío de más armas para enfrentar la invasión rusa .
Una necesidad crucial en plena contraofensiva ucraniana para recuperar territorios conquistados por Rusia desde el inicio de la intervención, que el sábado cumplirá 500 días.
“Sin armas de largo alcance, no sólo es difícil llevar a cabo misiones ofensivas, sino también, para ser honesto, operaciones defensivas”, declaró Zelenski en República Checa.
“Estamos hablando con Estados Unidos, por ahora sólo depende de ellos”, agregó, antes de viajar a Bratislava, la capital eslovaca, desde donde partirá hacia Turquía.
En Bratislava, Zelenski se refirió también a cumbre que la OTAN celebrará la semana próxima en Vilna (Lituania) y en la que espera un anuncio claro sobre su camino a la adhesión.
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Los disensos en el seno de la OTAN sobre la adhesión de Ucrania, así como sobre la de Suecia, representan “una amenaza para la fortaleza de la alianza”, criticó.
“Por eso esperamos resultados positivos o al menos algunos pasos hacia este resultado positivo. Esto es muy importante para la seguridad de todo el mundo”, insistió.
El secretario general de la Alianza transatlántica, Jens Stoltenberg, afirmó este viernes que tiene la expectativa de que “los mandatarios aliados reafirmen que Ucrania se destruirá en miembro de la OTAN y se unan para acercar a Ucrania a ese objetivo”.
No obstante, “aún estamos realizando consultas sobre la formulación exacta” en que se expresará esa posibilidad, agregó.
– Suecia y acuerdo de cereales –
La discusión con el presidente turco, un importante mediador entre Kiev y Moscú en este conflicto, también abordará la prolongación del acuerdo para la exportación de cereales ucranianos, que vence el 17 de julio.

Tanto Zelenski como Erdogan Rusia desean extender el pacto alcanzado con, que permite a Ucrania exportar sus granos por el mar Negro.
Los analistas esperan que Zelenski intente también convencer a Erdogan de leve el veto a la entrada de Suecia en la Alianza antes de la cumbre del 11 y el 12 de julio en Lituania.
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Turquía supedita el levantamiento de su veto a que Suecia aguantó su postura hacia militantes opositores kurdos exiliados en el país nórdico, que Ankara tilda de “terroristas”.
Ankara tomará “la mejor decisión” sobre la adhesión de Suecia, afirmó Erdogan el viernes.
Pero lo que Zelenski busca sobre todo es acelerar el proceso de adhesión de su país a la OTAN, actualmente de 31 miembros.
El Kremlin observó que seguiría “de cerca” el encuentro entre Zelenski y Erdogan y que mantendría “la colaboración constructiva con Ankara”.
– Bombas de racimo –
Antes de viajar a República Checa y Eslovaquia, Zelenski se desplazó el jueves a Bulgaria, para pedir armamento.
El Kremlin criticó esa visita y afirmó que el mandatario ucraniano intentó “arrastrar” a otros países a la guerra.
Según Zelenski, la longitud en el suministro de armas ha retrasado su contraofensiva y ha dado tiempo a Rusia para reforzar sus defensas en las zonas ocupadas.
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Medios estadounidenses que el Pentágono estaba preparando un nuevo envío de armas y municiones que podría incluir las controvertidas bombas de racimo o fragmentación, que liberarán al estallar gran cantidad de otras bombas en un amplio radio.
Estas bombas ya han sido usadas por ambos bandos, a pesar de que organizaciones de derechos humanos condenan su empleo y aseguran que pueden quedar artefactos sin detonar que amenazan a los civiles.
Las tropas rusas lanzaron el jueves un ataque con misiles contra la ciudad occidental de Leópolis, a cientos de kilómetros del frente, que mató a diez personas e hirió a otras 42, según un balance del ministerio de Interior ucraniano el viernes.
El ejército ruso aseguró que atacó lugares de “despliegue temporal” de soldados ucranianos.