Sergio Julián, de 42 años, fue asesinado por hombres armados cuando se dirigía a su vivienda, la tarde del pasado domingo, 2 de julio, después de participar en una reunión. Los sujetos, aún no identificados, lo interceptaron en las cercanías de la comunidad indígena Betlenhem, territorio Mayangna.
De acuerdo al relato publicado por Prilaka Community Foundation, el indígena fallecido, que se desempañaba como guardabosque, fue atacado por cuatro sujetos que le dispararon en tres ocasiones. El herido fue llevado al hospital de Bonanza, pero debido a su estado de gravedad lo trasladaron a un centro médico en Rosita, del Triángulo Minero. A eso de las ocho de la noche de este pasado martes, Julián fue declarado muerto.
Violencia extrema
Guardabosques de la comunidad Mayangna Sauni As asesinado / foto: Prilaka Community Foundation
Los integrantes de la fundación misquita lamentaron este deceso que se suma a las muertes por conflictos territoriales en esta zona del país. «Desde Prilaka extendemos nuestra solidaridad con la familia doliente y abrazamos a nuestro pueblo hermano por la pérdida de un hijo más, quien ha sido víctima del grave conflicto de propiedad que atraviesan las comunidades indígenas de la Moskitia de Nicaragua con violencia extrema hacia comunitarios, comunitarias y comunidades, principalmente el territorio Mayangna Sauni As», reza la nota de duelo.
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Por su parte, el presidente de la Fundación del Río, Amaru Ruíz, lamentó estos hechos de violencia y explicó que «comunitarios del Territori Mayangna Sauni As nos confirmaron la muerte del guardabosques, Sergio Julián J, quien recibió dos impactos de bala el pasado domingo. Los defensores del medio ambiente siguen siendo perseguidos en Nicaragua».
Otros ataques
El pasado mes de marzo, invasores de tierras indígenas entraron a una aldea de la comunidad Mayangna de Wilu, en la Costa Caribe de Nicaragua para atacar con plomo a los comunitarios. En el ataque murieron seis personas. Otros huyeron cuando sus casas fueron quemadas. Entre las víctimas se encontraban mujeres y niños.
Tras ese brutal ataque, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) exigió al régimen de Daniel Ortega investigar y parar los hechos de violencia en contra de las comunidades nativas en esa zona del país.