Han pasado cinco años del incendio a la casa del barrio Carlos Marx, en Managua. Un crimen contra la familia Velásquez Pavón, que calcinó a seis personas. Este suceso conmocionó a Nicaragua en 2018 y continúa en total impunidad. Organizaciones de derechos humanos reiteran su demanda de justicia para las víctimas mortales de este lamentable hecho.
El crimen ocurrió un 16 de junio de 2018. Ese día un grupo de desconocidos incendió la casa de tres pisos que se ubica en el barrio Carlos Marx, en las cercanías de la Universidad Politécnica de Nicaragua, una de los recintos que fue tomado por jóvenes oposiotres. La casa fue rodeada por policías y paramilitares del gobierno, y según denunciaron los vecinos en su momento, los hombres armados impidieron la entrada de ambulancias y cisternas del Cuerpo de Bomberos, que querían apagar las llamas.
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El suceso le dio la vuelta al mundo y estremeció a toda Nicaragua al ver el cuerpo de los dos niños calcinados y cuatro adultos más. Hasta hoy, la justicia de Nicaragua no ha esclarecido el delito que enlutó a todo el país.
El ataque se dio en el contexto de las protestas sociales de 2018 y arrebató la vida de seis miembros de la familia Velásquez Pavón: Óscar Velásquez Pavón, de 46 años; su esposa Maritza López Muñoz, el hijo de ambos Alfredo, de 26, la esposa de Alfredo, Mercedes Álvarez, de 20 años, dos menores Matías Eliseo Velásquez, de cuatro meses, y Dayerli Osmary, de tres años.
De acuerdo con información brindada a medios de comunicación, la familia Velásquez Pavón se dedicaba a la venta de colchones. En un vídeo de una transmisión en vivo en la plataforma de Facebook, una de las sobrevivientes identificada como Cinthya Velásquez pedía a gritos ayuda y señaló a los responsables del crimen: «Quemaron mi casa, toda mi familia está muerta, los niños, mi mamá, mi papá, están muertos… Maldigo a Daniel Ortega y a toda su descendencia», decía en medio del llanto la tía de los niños.
Velásquez aseguró, en el vídeo, que logró salir viva junto con otra joven porque se lanzó del balcón y señaló directamente por el asesinato de toda su familia al régimen de Daniel Ortega; sin embargo, meses después, la misma mujer dio declaraciones a medios de comunicación oficialistas cambiando su versión y achacó la responsabilidad a jóvenes que protestaban en la zona. «Yo no me he vendido al gobierno (…) Yo perdono a los asesinos que salieron de la cárcel», mencionó en referencia a los presos políticos que fueron liberados en 2019.
Reiteran demanda de justicia para las víctimas
A cinco años de esta masacre, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más señaló que «no dejamos de denunciar que este crimen de lesa humanidad continúa en la impunidad como las ejecuciones arbitrarias de al menos 355 personas».
«El Colectivo, junto al pueblo de Nicaragua, seguimos luchando por la justicia, libertad y democracia y exigiendo el cese de la represión y la libertad de todas las personas presas políticas en el país», agregó.
Por su parte, el Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH) demandó a la administración orteguista que identifique, procese y sancione penalmente a los responsables del crimen en el barrio Carlos Marx, además, de que «los familiares de las víctimas sean reparadas integralmente»
El organismo aseguró que la masacre a la familia Velásquez Pavón «no se olvidará y en un futuro democrático no debe repetirse nunca ningún episodio de crueldad contra ningún ser humano, especialmente contra los niños».