«Lo único que pretendían y han pretendido es despojar de sus propiedades a los campesinos», de esta forma recuerda Medardo Mairena, líder del movimiento campesino, el año 2013, cuando por primera vez escuchaban sobre la aplicación de la Ley 840, conocida como la ley del gran canal interoceánico por Nicaragua.
«Los campesinos nunca hemos estado equivocados. Siempre supimos definir en realidad el bien y el mal con todo lo que nos hicieron en le década de los 80» señala Mairena, y destaca que Ortega utilizó la ley para despojar a los campesinos de sus tierras, violando el derecho a la propiedad privada.
Esa normativa, con la que Daniel Ortega entrega la soberanía de Nicaragua, cumplió el 13 de junio de 2023 10 años de haber sido aprobada. El chino Wang Jing, de la empresa HKND Group, es el concesionario. Su empresa coordinaría seis subproyectos: el canal, esclusas incluidas, dos puertos, una zona de libre comercio, centros turísticos, un aeropuerto internacional y varias carreteras.
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HKND recibió la concesión de administración por 50 años, más otros 50 prorrogables, si así lo deseaba, a cambio de un pago de diez millones de dólares cada año durante la primera década, y el derecho al uno por ciento del patrimonio de los «subproyectos» que se elevaría hasta el 99 % al finalizar la concesión.
Mónica López Baltodano, en su libro Ruta Mafiosa, coincide con el líder campesino y revela que las negociaciones sobre el canal interoceánico se dieron un año antes de ser anunciado el proyecto, en las que se entregó de forma ilegal y secreta derechos exclusivos a la empresa Wang Jing
La investigación publicada por el colectivo Popol Na reúne datos obtenidos en Hong Kong y Países Bajos. Detallan que detrás de esas negociaciones existe una ruta mafiosa, corrupta y depredadora que busca destruir los derechos más elementales de comunidades campesinas e indígenas, afrodescendientes y de toda la ciudadanía nicaragüense cita el escrito.
Lucha continúa
La construcción del canal nunca se llevó a cabo, las empresas que vendrían con el proyecto solo quedaron en la firma de un documento entre el dictador y el empresario chino. Ortega ha declarado en diferentes apariciones en medios estatales que continúa el compromiso de construir el canal.
Mairena asegura que la lucha no fue en vano, «mi mayor satisfacción es que mis hermanos de lucha, gozan de su libertad, restringida, pero pueden estar en su tierra con su familia»: Desde el exilio, espera recuperar sus propiedades y alcanzar justicia.