El presidente de Alianza de El Salvador, Pedro Hernández, dos directivos del club y dos responsables del estadio Cuscatlán fueron detenidos este jueves y acusados de homicidio culposo, lesiones culposas y estragos públicos tras la estampida que dejo 12 muertos el sábado en un partido de fútbol , actualice la Fiscalía.
“Consta en las investigaciones ejecutadas que las puertas habilitadas no eran necesarias para el número de aficionados”, aseguró la Fiscalía General de la República (FGR) en Twitter.
Los únicos accesos, además, “no fueron abiertos con suficiente anticipación para un ingreso ordenado y seguro”, subrayó el ente de justicia
Los organizadores, “al agotar las entradas disponibles para el encuentro deportivo, decidir comercializar ilegalmente boletos emitidos para encuentros anteriores”, precisó.
– Sobreventa última avalancha humana –
Según la FGR, “la negligencia en la organización y la avaricia, al realizar una sobreventa, dejó una avalancha humana que no fue la pérdida de vidas, además de lesiones y de poner en riesgo la seguridad de los asistentes”.
Además de Hernández, los otros capturados de Alianza son el gerente de seguridad Edwin Abarca Ventura y la gerente de finanzas Zoila Córdova.

También fue capturado el gerente general de EDESSA, la compañía que administra el estadio Cuscatlán, Reynaldo Avelar Contreras, y el encargado de llaves del escenario, Samuel García Montano.
De esa forma y luego de diligencias de investigación, la Fiscalía aseguró que “se ha logrado individualizar a los responsables de la tragedia ocurrida en el Estadio Cuscatlán”.
– Hasta 12 años de cárcel –
Los detenidos serán presentados ante los tribunales en los próximos días y de ser encontrados culpables podrían recibir hasta 12 años de cárcel.
Según el Código Penal, por homicidio culposo podrían recibir hasta cuatro años de cárcel, por lesiones culpables hasta dos años, y por delito de estragos de tres a seis años.
El sábado, la estampida se produjo en el encuentro de vuelta de los cuartos de final entre Alianza y FAS, el cual, según el informe arbitral, fue suspendido al minuto 15 para atender a los aficionados afectados.
La estampida, además de los 12 fallecidos, dejó 500 atenciones médicas in situ, y 88 personas fueron hospitalizadas con diferentes traumatismos. La mayoría ya recibió el alta.
La primera sanción que recibió Alianza fue de la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut), que el martes mediante una resolución de la Comisión Disciplinaria le responsabilizó por la estampida, por lo que le declaró perdedor del encuentro ante FAS (0-2), y por un año jugará a puerta cerrada.
La resolución consignó que Alianza “no tomó medidas conducentes a la prevención de los hechos o lo hizo de forma negligente” por cuantas medidas de seguridad y mecanismos de control de acceso al estadio, entre otras, “fueron evidentemente insuficientes y deficientes”.
Alianza, además, tendrá que pagar una multa de 30.000 dólares, que deberá hacer efectiva antes del 21 de julio.
La Fesfut y los clubes de Liga Mayor decidieron el miércoles finalizar el torneo Clausura que estaba en la fase de cuartos de final.
El cierre del torneo se concluyó “en atención a la gravedad de los hechos, ya la necesidad de garantizar las condiciones de seguridad de los escenarios deportivos”, precisaron las organizaciones deportivas.
De esa forma el torneo Clausura solo alcanzó a cubrir los encuentros de ida de los cuartos de final del torneo.
Con “el apoyo y asesoría internacional de FIFA y Concacaf”, las partes esperan ejecutar “mejores protocolos que brinden garantías para la tranquilidad de los aficionados y todos los involucrados en estos eventos”.
La Fesfut aclaró que no habrá campeón en el torneo Clausura.
El miércoles, en un comunicado, el grupo denominado Jugadores Unidos exhortó a “a los dirigentes de la Primera División a reconsiderar la decisión” y pidió que tomen en cuenta su opinión.
Con la medida de fuerza, según los jugadores, “se está suprimiendo una gran cantidad de personas que dependen económicamente del desarrollo de los partidos de fútbol”.