Daniel Ortega desde hace tiempo desapareció al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como partido con ideología e identidad y ha instaurado una organización que responde solo y únicamente a él. Un orteguismo que funciona como agrupación terrorista, pero estafa a sus propios seguidores haciéndoles creer que pertenecen el FSLN, ha dicho el analista y mayor retirado del Ejército, en el exilio, Roberto Samcam.
En un editorial, publicado en su Boletín Informativo número 57, Samcam reseña que durante la primera etapa de la dictadura sandinista, ese partido no tuvo fraccionamientos, principalmente porque se repartieron entre las tres tendencias que se había dividido el FSLN, todo el aparato estatal.
Sin embargo, tras la derrota electoral que sufrieron ante Violeta Barrios, en 1990, Daniel Ortega empezó un proyecto de destruir a su partido para formar su «secta orteguista», y ahí empezó un proceso de los que el analista llama «implosiones» que han ido carcomiendo a ese partido, al punto que se va autodestruyendo de la mano de Ortega.
En el orteguismo se gesta una implosión de magnitudes impredecibles
El militar retirado, consultado por Artículo 66, recordó que, tras la derrota electoral en 1990, hubo dos corrientes del FSLN, la que quería seguir sobre el cause democrático y respetar los resultados electorales y los que seguían el discurso de Ortega de «gobernar desde abajo», mediante asonadas y sabotajes, y ahí empezó Ortega a suplantar el sandinismo ideológico por el «orteguismo servil», explica Samcam.
Noticia relacionada: Humberto Ortega minimiza a Rosario Murillo: «Sería muy difícil pensar en una situación con ella sola al frente»
«A lo largo de estos 33 años, el sandinismo ha implosionado en varias ocasiones, la primera se da en 1995 con el surgimiento del MRS. La segunda implosión se dio en el 2005 con el lanzamiento de la candidatura presidencial de Herty Lewites, en la que muchos que respaldaban a Daniel Ortega lo abandonan», detalla.
Agrega que «la tercera implosión surge posterior a la muerte de Hugo Chávez, y tiene características más económicas», mientras que el cuarto proceso autodestructivo en ese partido se da con la designación de Rosario Murillo como vicepresidenta de Nicaragua en el 2016, en la que básicamente la mayoría de la llamada Vieja Guardia del Sandinismo es desplazada por Murillo en favor de la Juventud Sandinista 19 de Julio», reseñó el analista opositor.
Noticia relacionada: El FSLN y las figuras públicas que arrastró a sus filas, hasta hundirlas
Y ahora, dice Samcam, dentro del Orteguismo se fragua una quinta implosión de proporciones que Ortega no se espera, que incluye abandonos masivos de las filas del orteguismo, migraciones de sus propios seguidores, incluso, paramilitares que participaron en la represión están desgranándose del orteguismo «cansados de los dislates de la pareja presidencial y de la política de terrorismo de Estado que han implementado».
El exmilitar opina que Daniel Ortega ha sido «un oportunista de primera», que ya impuso su «secta orteguista-murillista» por encima del FSLN y por ellos «esta mutación (FSLN-Orteguismo), debería ser considerada y señalada por la Comunidad Internacional, como una organización criminal y terrorista».