Se cumplen 35 días de la última visita que recibió monseñor Rolando Álvarez en el Sistema Penitenciario Nacional (SPN) Jorge Navarro, conocido como «La Modelo», en Tipitapa, donde está recluido desde el nueve de febrero, fecha en que se negó a ser desterrado, junto a otros 222 exreos políticos, hacia Estados Unidos.
La única visita que recibió el obispo de la Diócesis de Matagalpa fue el sábado, 25 de marzo, cuando el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo lo exhibió en fotografías y vídeos a través de sus medios de propaganda.
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Artículo 66 supo recientemente, a través de un funcionario del penal, que al prelado se le ha negado el derecho a recibir paquetería y a sus familiares les informan que tiene prohibida las visitas, y que «hasta que reciban órdenes superiores permitirán que nuevamente sea visitado».
Subrayó que «las autoridades de La Modelo negaron a los hermanos de monseñor Rolando Álvarez el derecho a tener un carnet de visita» .«La última visita se autorizó el mismo día y a los familiares se les llamó media hora antes», agregó la fuente interna del penal de varones.
254 días de encierro arbitrario
Por su parte, la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) recordó que este domingo, 30 de abril, el también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí cumple 254 días de estar secuestrado por la justicia al servicio de la dictadura de Nicaragua.
La organización estudiantil instó, a través de su cuenta de Twitter, a seguir «levantando nuestras voces por la liberación de monseñor Álvarez, líder espiritual y defensor de los derechos humanos».
La justicia de Nicaragua declaró culpable a monseñor Rolando Álvarez por los supuestos delitos de «traición a la patria» y lo condenó a 26 años y cuatro meses de cárcel, le arrebató la nacionalidad nicaragüense y lo despojó de sus derechos civiles y políticos de por vida. La pena de cárcel en contra del purpurado se dio s conocer el 10 de febrero, un día después de resistirse al destierro.
Álvarez Lagos es una de las voces religiosas más críticas de la administración Ortega y Murillo, lo que lo llevó a ser blanco de asedio, amenazas y persecución por parte de la Policía, hasta que el cuatro de agosto de 2022, lo privaron de su libertad y el 19 del mismo mes asaltaron la Curia Episcopal de Matagalpa, donde se encontraba junto a otros religiosos, acusándolo de querer «conspirar contra la patria».