Abril quedó inscrito en la historia de Nicaragua, fue el mes en que la juventud y el pueblo se levantó y alzó la voz para decir «basta ya» a los atropellos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La revuelta social fue reprimida a sangre y fuego por la Policía y sus paramilitares.
Informes de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) concluyeron que en Nicaragua se cometieron crímenes de lesa humanidad ejecutados desde las más altas esferas del poder, bajo el mando de Ortega y Murillo.
Para los opositores abril es un mes que «vive en el corazón de un pueblo que ama y lucha por su libertad», publicó en su cuenta de Twitter el dirigente político de Masaya Yubrank Suazo, excarcelado y desterrado político del régimen.
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«Nuestra fe y el amor a la patria nos UNE. Abril es hermandad, es patriotismo, es dolor, pero también ESPERANZA. Abril es ETERNO», escribió en la misma red social el dirigente campesino Medardo Mairena, también excarcelado y desterrado político del régimen de Nicaragua.
En este día, 18 de abril, hace cinco año el dictador lanzó a la Policía y sus fuerzas de choque a reprimir las manifestaciones que se organizaron en León y Managua. En ambas ciudades se organizaron plantones en rechazo a unas controvertidas reformas a la seguridad social que imponía una reforma al sistema de pensiones. Además, se elevaba el aporte de los trabajadores y empleadores.
La activista nicaragüense y expresentadora de televisión, Berta Valle, esposa del politólogo Félix Maradiaga, animó a la ciudadanía a dedicar un tiempo de este día para «orar por nuestra nación» y que Dios de consuelo a los corazones que han sido «lastimados por las injusticias y que mire a nuestra tierra con misericordia».
La Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) escribió que «recordamos la valentía y determinación de las víctimas de la dictadura. Honramos su legado».
En un video divulgado en sus redes sociales, la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), definió abril como «rebeldía, dignidad, memoria, sacrificio, compromiso, lucha y la esperanza de un futuro mejor».
«Abril representa el cambio y la unidad necesaria que el pueblo nicaragüense exige para vencer a la dictadura. En abril seguimos denunciando los crímenes que comete a diario el régimen dictatorial de Ortega y Murillo. En abril continuamos alzando la voz para exigir justicia por nuestros muertos y libertad para los presos y presas políticas. ¡Abril no se olvida!», dijo Marlon Caldera, integrante del Consejo Político de la Unab.
Enrique Martínez, integrante de la Unidad Juvenil y Estudiantil (UJE), señaló que han pasado cinco años de la Insurrección Cívica de Abril 2018 y que es «un testimonio del poder de la juventud y la determinación».
«Mientras recordamos el pasado, abracemos los desafíos y celebremos el progreso del movimiento juvenil, dando forma a un futuro más brillante. #YoNoOlvidoAbril», escribió Martínez en Twitter.
La UJE indicó en su perfil de la red social que «a 5 años de lucha, las juventudes conmemoramos este #AbrilLlamaDeLibertad» y que han sido cinco de «rebeldía». «Nuestras demandas siguen siendo Justicia, Libertad y Democracia. Desde el exilio estamos construyendo una nueva Nicaragua para todas y todos», remarcó.
Según cifras actualizadas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 355 personas fueron asesinadas en el marco de la crisis sociopolítica. A la fecha todos los crímenes siguen impunes.
La crisis social, política, económica y de derechos humanos ha obligado a los nicaragüenses a abandonar el territorio en un éxodo masivo sin precedentes en la historia moderna del país.