El papa Francisco, el máximo líder de la Iglesia católica, dejó plasmado el malestar que le provocó la prohibición del régimen de Daniel Ortega de realizar procesiones en el contexto de la Semana Santa en Nicaragua. El pontífice lamentó que en el país se bloquee expresar su fe de forma pública.
La dictadura redujo las actividades religiosas a lo interno de las parroquias. Semanas antes, jefes policiales se encargaron de llevar la advertencia a los párrocos de que no había permiso para conmemorar esas fechas fuera de las iglesia. En los días santos, uniformados montaron vigilancia y asedio en los templos. Además, persiguieron a quienes se presentaron a las iglesias personificando a nazarenos con su cruz.
Noticia relacionada: Murillo justifica ola represiva en Semana Santa: «Se trabajó para garantizar la paz»
La cacería contra opositores o ciudadanos que expresan su descontento con las arbitrariedades del orteguismo no cesa. En los primeros nueve día de abril, la dictadura ha encarcelado a 21 pobladores, de acuerdo con un monitoreo de la Unidad Nacional Azul y Blanco.
Entre los detenidos están Jasson Salazar, vicepresidente del Movimiento Universitario 19 de Abril; Olesia Muñoz, opositora, quien ya había sido presa política y cantante soprano católica; y Victor Tikay, periodista de Canal 10.
El reportero informaba sobre el desarrollo de las actividades de la Iglesia católica en ese municipio. Fuentes extraoficiales revelaron que el periodista permanece en prisión en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como «El Chipote», un sitio donde los presos políticos reciben torturas, según denuncias de organismos locales e internacionales.
El comunicador sería acusado por propagación de noticias falsas bajo la Ley 1042, Ley Especial de Ciberdelitos, por ejercer su trabajo como periodista para el Canal 10 de televisión. La organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) catalogó el arresto arbitrario de Ticay «como una medida represiva y de criminalización de su labor periodística».
La redada se da días antes de conmemorarse el quinto aniversario de la rebelión de abril y en el marco de la prohibición de procesiones a la Iglesia católica. La persecución también la direccionaron contra feligreses, activistas territoriales y líderes políticos que aún permanecen en suelo nica.
La vocera del régimen orteguista, Rosario Murillo, justificó los más de 20 arrestos arbitrarios contra nicaragüenses alegando que su dictadura “garantiza la paz”, felicitando la “labor” que desempeñan la Policía y el Ejército. Según la vicedictadora, hubo un derroche de tranquilidad y seguridad, pero las iglesias durante toda la semana padecieron asedio de parte de fuerzas policiales y otros encapuchados.
Tras cumplirse dos meses de la excarcelación y destierro de 222 presos políticos nicaragüenses, el exreo político y gerente general del diario La Prensa, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, remarcó que el cautiverio que vivieron todos los rehenes de la dictadura orteguista fue un secuestro.
«No nos tenían presos, secuestrados era que estábamos, como secuestrada esta Nicaragua», refirió en su cuenta de Twitter Holmann, secuestrado el 14 de agosto de 2021 y condenado a nueve años de cárcel por el supuesto delito de lavado de dinero, bienes y activos. En cuanto a Ortega y Murillo, remarcó que el régimen es «preso» de su misma represión que ha arreciado desde el 2018 en contra del pueblo de Nicaragua.
Al menos 57 personas perdieron la vida durante la Semana Santa en Nicaragua, una cifra preliminar, de acuerdo con un monitoreo de noticias realizado por Voces en Libertad. Las causas principales de estas muertes son sumersión, accidentes de tránsito y violencia. De ese total, 27 fueron por ahogamiento y 19 por accidentes de tránsito. Igualmente, reportaron dos femicidios y un crimen de odio contra una mujer transgénero.