Fuerzas de seguridad de Brasil desarmaron este viernes una banda criminal sospechosa de llevar a cabo una ola de ataques en 45 ciudades del noreste del país, comandada por líderes desde el interior de las prisiones, informaron las autoridades.
Un sospechoso murió y 17 fueron detenidos en un operativo desarrollado en tres ciudades, incluida la capital, Natal, durante la cuarta madrugada consecutiva de violencia en el estado de Rio Grande do Norte.
El número de centros urbanos que registraron ataques en ese estado se multiplicó a unos 44 desde su inicio la madrugada del martes, de acuerdo con medios locales.
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Según las autoridades, los ataques son la respuesta de grupos criminales a las condiciones de vida dentro de las prisiones, y al traslado en enero pasado de jefes de bandas criminales -como del Sindicato del Crimen- a cárceles fuera del estado.
Este viernes, se repitieron escenas de incendios de vehículos y ataques a oficinas y dependencias públicas. Entre ellas, ardió una sede municipal de salud donde se almacenaba gran cantidad de medicamentos en la periferia de Natal.
Las fuerzas locales recibieron apoyo de cientos de agentes federales, cuyo número llegará a 500 el sábado, dijo en Twitter la gobernadora de Rio Grande do Norte, Fátima Bezerra, con base en declaraciones del ministro de Justicia, Flávio Dino.
El operativo de este viernes contó con 150 policías y militares, y apuntó contra un grupo dedicado al narcotráfico y sospechoso de perpetrar los desmanes en los últimos días bajo las órdenes de un líder preso.
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Esa banda “pasaba dinero a uno de los jefes de la facción responsable por los ataques criminales” en el estado, afirmó la Secretaría de Seguridad local en un comunicado.
El líder fue identificado como José Kemps Pereira de Araújo, alias “Alicate”, preso desde enero y transferido de prisión el miércoles, detalló la nota.
El operativo elevó a tres las muertes en esta ola de violencia, y a 97 la cantidad de detenidos desde el martes.
De acuerdo con la prensa local, los investigadores especulan con que otra banda, el Primer Comando de la Capital (PCC), también actúa en los ataques, en protesta por las condiciones dentro de los presidios.
“Seguiremos trabajando para garantizar el retorno a la normalidad”, prometió Bezerra.