El excarcelado político y periodista deportivo Miguel Mendoza realizó su aparición nuevamente ante las cámaras con su primera cobertura, esta vez en el ámbito del beisbol nicaragüense. A su vez, recordó que hace un mes todavía se encontraba en «El Chipote» y hoy «estoy tratando de retomar mi vida».
«¡Wow, cómo se van los días! Hace un mes, a esta hora, estaba aterrizando en el vuelo de la libertad después de 597 días de secuestro. Hoy estoy aterrizando en Miami (Estados Unidos) para mi primera cobertura deportiva en mi nueva realidad como desterrado de la dictadura, tratando de retomar la vida, trabajando como lo he hecho siempre», expresó Mendoza.
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El expreso político cubrió para el medio digital Divergentes el encuentro amistoso de beisbol entre Nicaragua y los Mets donde el marcador favoreció con dos puntos al equipo centroamericano y fue la segunda vez en la historia que Nicaragua se enfrentó ante un equipo de Grandes Ligas.
Durante el encuentro, Mendoza se vio rodeado de nicaragüenses que de inmediato lo reconocieron; «qué bien me sentí con tantos abrazos, saludos, fotos y demostraciones de cariño de los nicaragüenses en el estadio Port St. Lucie que llegaron al juego Nicaragua-Mets de Nueva York», expresó.
El crítico de Ortega forma parte del grupo de presos políticos que fueron despojados de su nacionalidad nicaragüense y desterrados del país en febrero pasado por ser «traidores de la patria», según las leyes de Ortega.
Recientemente, el excarcelado político señaló en entrevista con Artículo 66 que nunca imaginó que el denunciar a través de su cuenta de Twitter las violaciones a los derechos humanos que ha cometido el régimen orteguista contra la población sería la causa «perfecta» para que la dictadura ordenara su detención.
Asimismo, indicó que aunque «siempre creí que esas puertas de la cárcel se iban a abrir para todos nosotros, pero no sabía que iba hacer así». Mendoza subrayó que continuará denunciando los atropellos de la dictadura orteguista y demandando la libertad de los más de 30 presos políticos que aún languidecen en la cárcel.
Por medio de leyes represivas, la justicia orteguista condenó al opositor a prisión. Fue acusado por los delitos de propagación de noticias falsas y menoscabo a la integridad nacional.