El exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields recordó la primera visita del papa Juan Pablo II a Nicaragua, el cuatro de marzo de 1983, durante el primer período del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Este sábado, cuatro de marzo, se cumplen 40 años de la llegada de la máxima autoridad de la Iglesia católica. El papa Juan Pablo, Karol Józef Wojtyła, fue canonizado por el Santo Padre Francisco el 27 de abril del 2014
La llegada a Nicaragua se recuerda porque las turbas sandinistas se agolparon en la Plaza 19 de Julio, frente la Universidad Centroamericana (UCA) e interrumpieron la homilía del prelado, gritando la frase: «¡Queremos la paz! ¡Queremos la paz!».
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En respuesta al intento de boicot de los fanáticos sandinistas, el papa Juan Pablo Segundo respondió: «¡La primera que quiere la paz es la Iglesia!».
Tras ese acontecimiento histórico, McFields señaló a través de su cuenta de Twitter que «hace 40 años un papa valiente llegó a Nicaragua y le dijo a Daniel Ortega un par de verdades incómodas en su cara. “La primera que quiere la paz es la iglesia”».
En referencia al recrudecimiento de los ataques contra la Iglesia católica en estos últimos casi cinco años de represión, el exdiplomático refirió que el «odio de Ortega al cristianismo no tiene límites y la persecución infernal continúa».
«El papa vino a visitar a un pueblo que estaba destrozado»
Por su parte, un sacerdote en el exilio dijo a Artículo 66 en condición de anonimato que esta fecha marcó la historia de Nicaragua «porque fue en un contexto de mucho sufrimiento, dolor y muerte para el pueblo nicaragüense. El papa vino a visitar a un pueblo que estaba destrozado en aquel momento desde el punto de vista político».
«Las palabras del papa vinieron a definir que la primera que quiere la paz es la Iglesia, pero las turbas —sandinistas— quisieron manipular la visita de un gran hombre como el papa Juan Pablo Segundo», señaló el religioso.
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Agregó que a 40 años de la visita del sumo pontífice y en el contexto actual que vive Nicaragua «se recuerdan las palabras de su santidad que la primera que quiere la paz es la Iglesia».
«En estos momentos también recordamos las palabras que dijo el papa Francisco en el Vaticano en solidaridad con el pueblo de Nicaragua y con monseñor Rolando Álvarez a quien dijo que lo quería mucho», recalcó.
Afirmó que una vez más Nicaragua vuelve a vivir «una tragedia de dolor, sufrimiento, persecución, acoso. Nicaragua ha sido bendecida por eso el demonio nos ha atacado fuertemente y ha querido destruir la Iglesia en el país, pero no va a poder, porque los nicaragüenses tenemos tres grandes amores, que es el amor a la eucaristía, amor a María, madre santísima del Señor y amor a la Iglesia».
Los años han pasado después de la primera visita del canonizado religioso, sin embargo su visita se recuerda como la noche oscura para el catolicismo, quien desde el 2018 ha experimentado los peores ataques en su historia en Nicaragua.
En el 2022, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo arremetió contra los templos religiosos, impidiendo la libertad de culto, luego encerró a más de 10 sacerdotes, tres de ellos siguen presos, entre los que está monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, condenado a 26 años de cárcel por el supuesto delito de conspiración a la patria, además fue despojado de su nacionalidad.