A través de una imagen ilustrativa de la celda de castigo en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, conocido como «El Nuevo Chipote», el líder estudiantil y exreo político Max Jerez describió las condiciones en las que estuvo los primero tres meses y medio de su cautiverio.
«Esta es una celda de castigo: “La Chiquita” (aproximadamente 2.5 m²). Me llevaron ahí el día de mi detención y me mantuvieron solo varios meses», narró el joven opositor de 29 años, a través de su cuenta de Facebook.
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Relató que durante su encierro habían momentos que no podía saber si era de día o de noche y que «llevaba el control de los días y fechas anotados en una barra de jabón».
En entrevista con Artículo 66, Jerez dijo que lo más difícil que vivió en la celda de castigo fue el aislamiento , porque «te desconcierta el estar allí y más si estás solo (…) era una ansiedad constante, tenía el sueño descontrolado, no podía caminar dentro de la celda porque era un espacio muy reducido, a penas podía dar tres pasos», narró.
Debido al encierro forzado por más de tres meses en la celda de castigo, el ahora desterrado político indicó que presentó un problema neuropático, —debilidad, entumecimiento y dolor, generalmente en las manos y los pies— «porque no había espacio para moverme».
Agregó que estando en la celda de aislamiento fue cuando recibió la noticia del fallecimiento de su mamá Heidi Meza. «Era muy difícil en esas condiciones sobrellevar el duelo porque no tenía nada que hacer, era solo estar allí, en una celda sin ventanas ni barrotes (…) Estuve sin apatito un poco más de una semana y estuve llorando mucho durante varios días».
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Luego del aislamiento total, Jerez cuenta que fue llevado a una celda con barrotes o de «pasillo», como le nombraban los agentes policiales, sin embargo señala que las reglas «eran duras porque no podías comunicarte ni tener socialización con los demás presos que no fueran los que estaban en la celda».
«Eran condiciones muy difíciles y —los policías— vivían constantemente diciendo que si no se respetaban las reglas y no guardaba silencio me iban a llevar nuevamente a la chiquita que era de donde me habían sacado».
Según el líder opositor, nunca descartó que fuera detenido por la Policía de Ortega porque sabía que «las consecuencias de hacer activismo político es ir a la cárcel, así que mi detención no fue una sorpresa, sino una consecuencia».
Además afirmó que el encerrar a decenas de opositores fue una derrota para el dictador Daniel Ortega «porque tuvo que arrestarnos y luego quitarnos la nacionalidad, porque de otra manera no podía lidiar con nosotros».
Jerez fue secuestrado el cinco de julio de 2021, a pocos meses de las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, fue condenado a 13 años de prisión por el supuesto delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional», desde el nueve de febrero está en el destierro en Estados Unidos.