El excura trapense y misionero católico colombiano, hermano Pablo María Diez, afirmó en sus redes sociales que «no parará» de orar por el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez Lagos. Afirmó que el purpurado es inocente y que su oración siempre lo acompañará.
El obispo permaneció bajo asedio policial desde el cuatro de agosto de 2021. Hasta la madrugada del 19 de agosto, estuvo cautivo en la Curia Episcopal de Matagalpa, ese día fue sacado con violencia junto a un grupo de religiosos. Posteriormente, fue trasladado a la casa de su familia en Managua donde estuvo hasta el nueve de febrero cuando fue llevado a la cárcel.
«Monseñor Álvarez no pararé de orar por usted. Ante Dios mi oración siempre lo acompará. Es todo un hijo de Dios. Ya es libre. Es inocente», escribió el religioso en su cuenta de Twitter.
Tras el asalto al Palacio Episcopal de Matagalpa, el hermano Pablo María hizo un llamado a «todos los fieles católicos del mundo» para que se unieran en oración por la persecución de la Iglesia en Nicaragua.
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El obispo fue trasladado al Sistema Penitenciario Nacional (SPN) conocido «La Modelo» tras negarse a abordar un avión con destino a Estados Unidos el nueve de febrero. Ese vuelo era al destierro.
La decisión de monseñor Álvarez enfureció a Daniel Ortega, quien ordenó encerrarle en las ergástulas de su dictadura. Al día siguiente fue llevado a los Juzgados de Managua para someterlo a un juicio sumario exprés que culminó con un fallo de culpabilidad por supuestos delitos de «traición a la patria».
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), organismo que ha documentado la persecución contra la Iglesia y el caso del obispo Álvarez, recientemente urgió a los nicaragüenses a que «sigamos clamando por la libertad de monseñor Rolando Álvarez». «¿Dónde está? ¿Cuál es su condición física y psicológica?», cuestionó el Cenidh en su cuenta de Twitter.
Tras ser declarado culpable, el 10 de enero, monseñor Rolando Álvarez fue sentenciado a 26 años de prisión por los supuestos delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas y obstrucción de funciones.
Monseñor Alvarez es todo un hombre de Dios, fiel, valiente, comparable únicamente a los discípulos de Jesús; Pablo, Pedro, Santiago, etc