El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su preocupación ante la violación a los derechos humanos que atraviesa Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Y se solidarizó con las personas despojadas de su nacionalidad en el país centroamericano.
A través de su cuenta de Twitter manifestó que «América Latina debe ser un espacio sin presos políticos y sin presos sociales. Toda violación a los derechos humanos debe ser condenada por toda la comunidad internacional».
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Recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia señaló que «sigue con atención las decisiones del Gobierno de la República de Nicaragua con respecto a un importante grupo de personas detenidas en el país».
El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh) solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares de protección para el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, reo de conciencia de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Según la organización, el régimen nicaragüense ha violado 10 artículos de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en el caso de alto jerarca de la Iglesia católica nicaragüense. Y explica que el obispo ha sufrido un «deterioro acelerado de la salud física y psicológica» y se encuentra sometido a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Humberto Ortega, exjefe del Ejército sandinista y hermano del dictador Daniel Ortega, afirmó que Nicaragua cerró una «coyuntura» al excarcelar a 222 presos políticos y abrió una «nueva» con la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2026.
En una entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer, de CNN en Español, el general retirado manifestó que la decisión del gobierno de Daniel Ortega de sacar de las cárceles a los líderes gremiales fue «soberana» y «positiva» para enfocarse ahora en las elecciones nacionales.
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Para salir de la crisis de Nicaragua, el exmilitar señaló que es necesario terminar con la «alta polarización» que existe en la clase política del país. También indicó que enviar a monseñor Rolando Álvarez a la cárcel fue una decisión «precipitada» y el Gobierno debe «corregirlo» porque no le conviene ahondar un choque con el sentimiento cristiano de los nicaragüenses.
Nicaragua nombró cónsul honorario en Turquía al empresario de ese país Mehmet Dinçerler, según un acuerdo presidencial publicado en el diario oficial, La Gaceta.
El nuevo diplomático del régimen es un joven empresario de 34 años originario de ese país del medio oriente. Según reseña su sitio web nació en Estambul. Es graduado de diseño industrial, pero nunca ejerció su carrera.
Desde 2012, es director ejecutivo de una de las marcas de cafeterías más grandes de Turquía.