«Ahí está nuestro obispo, es más que eso, es un santo», dicen matagalpinos, en referencia a monseñor Rolando Álvarez y la posibilidad de su postulación para el premio Nobel de la Paz.
El economista Enrique Sáenz, exiliado en Costa Rica, propuso la semana pasada promover al obispo de Matagalpa como candidato al premio. Sáenz consideró que el religioso ha hecho méritos para ser considerado un aspirante al premio por «el sacrificio al que está expuesto».
«Las causas que le inspiran: la vida, justicia, libertad, amor cristiano, paz verdadera, solidaridad…todos valores universales, lo hacen merecedor del Premio Nobel de la Paz», escribió el académico nicaragüense.
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Asimismo, invitó a cada ciudadano a promover esta idea como si fuera suya por un hombre consagrado a su fe, «que fue secuestrado por la dictadura sandinista, encarcelado, juzgado y condenado injustamente, solo por defender los derechos humanos, demandar el cese de la violencia sandinista contra el pueblo de Dios y la prevalencia de la justicia en Nicaragua y el mundo».
Ante este llamado, pobladores matagalpinos consultados para este reporte, no solo estuvieron de acuerdo, sino que secundaron la moción. «Sin lugar a dudas es un hombre de paz y de Dios en esta tierra”, expresó una ama de casa matagalpina que este jueves último visitó Catedral. Frente a la capilla del Santísimo agregó: “Monseñor Álvarez es más que un Premio Nobel de la Paz, es un santo».
Feligreses lo piden
Otro visitante de todos los jueves es un profesional de las ciencias comerciales. «Se lo merece más que un premio es un gran reconocimiento al sacrificio por el prójimo», dijo.
Emperatriz Vidaurre aseguró no tener miedo de hablar con nombre y apellido. Es católica y le parece injusto todo lo que hacen con el religioso. «Se están ensañando en monseñor con odio y ánimo de venganza. No podemos dejar en soledad a un pastor que sigue mostrando su vocación profética y un premio así sería la venganza más dulce de nuestro obispo contra los demonios», señaló.
Yader Morazán, el abogado matagalpino en el exilio, recordó en sus redes sociales que el religioso ha hecho méritos, quizás sin proponérselo. «Por haber interrumpido a través de una procesión de Jesús Sacramentado para evitar más derramamiento de sangre aquel 14 de mayo de 2018 en la ciudad de Sébaco, Matagalpa, en el que la población estaba siendo atacada por el régimen, monseñor Rolando Álvarez merece ser nominado al Premio Nobel de la Paz», anotó.
Centroamericanos con Nobel de la Paz
El premio Nobel de la Paz es un reconocimiento mundial que cada año, desde inicios del siglo XX, la academia sueca entrega de acuerdo con el testamento que dictara el científico Alfred Nobel.
Con el premio se reconoce los aportes a la humanidad que hayan hecho en toda una vida economistas, físicos, médicos, escritores y personalidades o grupos de personas por la paz en el mundo.
Los centroamericanos con esa distinción han sido dos: la líder indígena Rigoberta Menchú y el expresidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Por Voces Unidas
Monseñor Álvarez Obispo y defensor de los derechos de los humildes los que no tienen voz los que sufren persecución en carselamiento injusto y torturas el que como Cristo redentor no ha dudado ni un momento al levantar su voz en nombré de los más débiles y de su pueblo Cristiano el es digno del Premió Nobel de la Paz por su sacrificios en nombre de la Paz.