El defensor de derechos humanos Danny Ramírez-Ayérdiz elevó una súplica a los nicaragüenses que han sido despojados de su nacionalidad por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En una carta abierta, el joven los animó a que continúen fuertes y sigan firmes en las «labores por ver a Nicaragua con la democracia restablecida y con los derechos humanos plenamente vigentes».
«Me dirijo a todos y todas los que nos han impuesto esta infamia. Continuemos fuertes, la nacionalidad es nuestro derecho desde que nacemos hasta la eternidad. ¡Unámonos!, es mi súplica. Los aguijonazos furibundos del gobierno contra todos nosotros/as es por nuestras actividades, unámonos para ver a Nicaragua libre», señala Ramírez-Ayérdiz en su escrito divulgado en su cuenta de Twitter.
El joven es parte de los 94 nicaragüenses despojados de su nacionalidad ayer, 15 de febrero, por órdenes de la pareja dictatorial. En esta nueva arremetida, el régimen privó de ese derecho a periodistas, defensores de derechos humanos, opositores, activistas, feministas y sacerdotes católicos.
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Según una resolución del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), los 94 nicaragüenses fueron declarados «traidores de la patria» y «prófugos de la justicia». Además, se ordenó la confiscación de todos sus bienes en el país.
«Nosotros no somos traidores, los traidores son ellos. Nosotros/as no hemos traicionado nuestros ideales, estamos del lado correcto de la historia y la justicia y a ellos ni vivos la justicia los va a absolver. Hoy más que nunca es necesario que nuestros pasos sean firmes hacia la democracia», respondió el defensor de derechos humanos a la dictadura.

«Sigo indeclinable como defensor de derechos humanos con las víctimas y sus familiares en la búsqueda de la justicia, memoria y reparación que, en Nicaragua, ese régimen despiadado, les ha negado. Mi dignidad sigue íntegra y mi moral más fuerte que nunca, con renovadas fuerzas y altura de miras para seguir contribuyendo un granito de arena para restituir los derechos humanos y la democracia en Nicaragua», añadió.
Entre los nuevos afectados por las leyes represivas de la dictadura están la doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh); Arturo McFields, el exembajador de Nicaragua ante la OEA; Yader Morazán, exfuncionario del Poder Judicial; Rafael Solís, exmagistrado y padrino de bodas de Ortega y Murillo.
Igualmente fueron expatriados los escritores galardonados Sergio Ramírez y Gioconda Belli, actualmente exiliados en España. También le arrebatan la nacionalidad al periodista Camilo de Castro Belli, hijo de la poeta Belli. Además, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez y una docena de periodistas.