La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de la Dirección General de Migración y Extranjería, expulsó este martes al sacerdote italiano Damián Muratori, después de que la Interpol del país europeo solicitara a Managua la extradición del religioso tras ser acusado supuestamente por violencia sexual.
“El día de hoy martes Interpol ha solicitado al Gobierno de Nicaragua el itinerario de vuelo del sacerdote o fray Cosimo Damián Muratori, quien es buscado en Italia por el delito de violencia sexual, y fue condenado a la pena de cuatro años y seis meses de cárcel, en la ciudad de Perugia, Italia, en noviembre de 2019”, reza un comunicado emitido por el Ministerio de Gobernación.
El documento agrega que Muratori, ” a pesar de sus delitos” estuvo asignado desde el 2014 por su Orden Religiosa a la custodia del Mausoleo del Padre Odorico D´Andrea, en San Rafael del Norte, Nicaragua”.
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El religioso italiano se encontraba desaparecido desde la mañana del lunes, 13 de febrero, después que un día anterior funcionarios de Migración llegaron a la vivienda del sacerdote a entregarle una cita para que se presentará en las oficinas de la DGME en la capital.
La posible retención de Muratori se produjo después de que el religioso se pronunciara por el encarcelamiento de monseñor Rolando Álvarez. De hecho, en el comunicado de Gobernación, el régimen aseguró que el el sacerdote “intervino injuriosamente en asuntos solo concernientes a nicaragüenses”.
En la misa dominical, el religioso catalogó el encarcelamiento de monseñor Álvarez, sentenciado a 26 años y 4 meses de prisión por la justicia orteguista, como «un hecho histórico”, y pidió orar por otros sacerdotes y los 222 presos políticos que el régimen desterró a Estados Unidos.
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«Estaba en la lista de los que tenían que ir a Estados Unidos. ¿Se fue monseñor Álvarez? ¿Por qué no se fue? ¡Porque no quiso! Al final, 222 personas agarraron el avión y uno no lo agarra. ¿Tenía razón monseñor Álvarez? Se quedó y para mí, un verdadero hombre con pantalón. Me echan preso, échenme preso», dijo el fray Damián Muratori en su homilía dominical en el Santuario Franciscano El Tepeyac, en Jinotega.
El sacerdote, perteneciente a la orden franciscana, además de ser el encargado del templo religioso de San Rafael del Norte, que ha sido elevado a Santuario, es vicepostulador de la causa de beatificación del Siervo de Dios Odorico D’ Andrea, conocido como el evangelizador de las montañas de Jinotega.
En 2021, Muratori denunció que las autoridades de migración lo despojaron de su residencia nicaragüense, con más de 40 años de vivir en el país y quedaron renovándole la permanencia en Nicaragua cada 90 días.