El politólogo y excarcelado político Félix Maradiaga relató en una entrevista a la cadena internacional CNN en Español, parte de los momentos «difíciles y angustiantes» que atravesó en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», donde vio morir «poco a poco» al exguerrillero sandinista Hugo Torres.
«Me refiero cuando hablo de dolor es que vi morir poco a poco, al otro lado de la celda donde yo estaba, al general Hugo Torres y vi como se fue marchitando la salud de un hombre muy fuerte y como esa muerte nos marcó de una forma muy fuerte. Sin embargo, al mismo tiempo vi una enorme capacidad de resiliencia, nadie se quebró, no hubo ningún momento en que alguien haya sucumbido a las insistencias de que filmáramos videos admitiendo culpabilidades y eso me hace sumamente orgulloso de todos los hombres y mujeres que estuvimos en ese terrible lugar», expresó el opositor.
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La noticia del fallecimiento del excombatiente sandinista se hizo oficial el 12 de febrero de 2022, pero según las denuncias de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), fue desde diciembre de 2021 que surgieron las noticias del delicado estado de salud de Torres. La organización de la que era vicepresidente Torres, demandó a la dictadura que informara sobre su estado y lo presentara, dado que su paradero era desconocido.
Maradiaga afirma que aún no está preparado para hablar completamente de lo que vivió encarcelado, por respeto a las personas que pasaron y aún pasan por esa situación. No obstante, dice que continuará luchando por un cambio en el país. «Yo voy a regresar a Nicaragua en algún momento. No pierdo el sueño de regresar a la nación que amo tanto, como mi propia vida», añadió en entrevista con el periodista Fernando del Rincón.
En cuanto a su situación emocional y física, considera que podría necesitar acompañamiento psicológico al igual que muchos de los excarcelados del régimen debido a las condiciones en las que se encontraban. «A pesar de que todos estuvimos prácticamente bajo las mismas condiciones, el cambio de una celda a otro era mínimo, yo estuve aislado en una celda durante mucho tiempo, luego me cambiaron con un acompañante, había privación de luz, interrogatorios durante largas horas, privación de alimentos en algún momento que me hicieron perder 60 libras» expresó.
Maradiaga fue parte de los 222 presos políticos desterrados el pasado nueve de febrero por el régimen de Nicaragua a Estados Unidos. Fue encarcelado en el contexto de las elecciones presidenciales en Nicaragua. Había sido sentenciado a 13 años de cárcel acusado de de transgredir la Ley 1055, Ley de Soberanía, una herramienta jurídica aprobada por los diputados de la dictadura para perseguir, encarcelar y enjuiciar a los opositores del régimen Ortega-Murillo.
A su salida forzada del país, también le fue arrebatada su nacionalidad nicaragüense. Según la dictadura, a través de una reforma a la Constitución Política, los 222 desterrados son considerados «traidores de la patria» y por eso pierden automáticamente la ciudadanía del país centroamericano, lo cual defensores tildan de ilegal y arbitrario.
Félix Maradiaga se pronunció al respecto de este señalamiento de parte de la pareja presidencial de Nicaragua y sostuvo que «la patria se lleva en la sangre y seremos nicaragüenses siempre».