El sacerdote Guillermo Blandón, párroco de la iglesia Santa Lucía, en Boaco, está de cumpleaños, será el primero que no lo podrá celebrar en Nicaragua, luego de que en septiembre de 2022, el régimen de Daniel Ortega le negó el ingresó al país.
En entrevista con Artículo 66, el religioso expresó que en esta fecha especial, el mejor regalo que puede recibir de parte de Dios es que «termine el sufrimiento de Nicaragua».
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«Nicaragua está sufriendo mucho, hay mucho llanto, dolor, sufrimiento e incertidumbre. Me duele el sufrimiento de mi pueblo, y todo por la ambición al poder de una familia —Ortega y Murillo— que está manipulando y ha manipulado todas las estructuras para su beneficio», expresó el religioso.
Referente al exilio forzado que vive desde hace cinco meses, Blandón refirió que la alegría que siente como sacerdote en ocasión a su cumpleaños es por el amor de los nicaragüenses. «En este primer cumpleaños en el exilio, desde temprano he recibido felicitaciones del pueblo religioso», contó.
«El cariño del pueblo es lo que me da satisfacción y alegría, porque creen en mi sacerdocio y predicación para traer almas a Cristo (…) A mí me ha conmocionado mucho los mensajes de personas que conozco desde años que se tomaron el tiempo para felicitarme», subrayó.
Pese al impedimento de regresar a Nicaragua, el sacerdotes manifestó que está pasando un momento feliz. «Pensé que este día especial iba a ser diferente debido al exilio que vivo, pero Dios hace maravillas, porque personas de las que no me acordaba me han felicitado», subrayó.
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«Es duro estar fuera de tu tierra y alejado de tu gente, pero esa miel del cariño del pueblo me da fortaleza. Además el pueblo sabe que la Iglesia siempre ha estado con los más débiles, con los más pobres, y esa es una alegría que pesa más que cualquier sufrimiento que tengamos», agregó.
En cuanto a los nicaragüenses, el padre Blandón agradeció las muestras de cariño y les animó a seguir firmes, «porque sabemos que Dios está con nosotros y él es nuestra alegría, y si Dios está conmigo ¿Quién estará en contra de mí?, porque nuestra alegría es tener a Dios en medio del sufrimiento y el dolor».
«Pidámosle al Señor y no nos cansemos de rechazar todo tipo de injusticIa, recordemos que los nicaragüenses tenemos experiencia de lucha en todo el sentido de la palabra y siempre hemos salido adelante (…) Dios ama a su pueblo y Él nos va a liberar», concluyó.