La opositora Karla Vega, originaria del municipio de El Rosario, en el departamento de Carazo, enfrenta juicio este miércoles, primero de febrero, por los supuestos delitos de conspiración y propagación de noticias falsas.
Según la Fiscalía, la supuesta víctima es el Estado y la sociedad nicaragüense, mismas acusaciones presentadas por el Ministerio Público contra los más de 50 rehenes de conciencia que están cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote».
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Una de sus sobrinas de la opositora de 43 años, identificada en la red social de Facebook como Adriana Vega, pidió desde ayer «oraciones» por la nueva rea política de Ortega.
«Mañana (hoy, primero de febrero) será el juicio de mi tía Karla —Vega—, pedimos sus oraciones para que el Señor haga su santa voluntad y nos llene de fuerza y nos abrace con amor. Las oraciones del justo son escuchadas, y la justicia celestial es única», expresó la sobrina de Vega.
Apegándose a su fe religiosa, la familiar de la ciudadana manifestó que «confiando siempre en el Señor nos encomendamos en su infinita misericordia.
¡Por su dolora pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero! “Conocerán la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8;32)», agregó.
Karla Vega fue detenida el cinco de noviembre, en la víspera de las votaciones municipales. Según fuentes, oficiales de la Policía a la opositora la sacaron por la fuerza de su casa sin orden judicial. Actualmente, sigue presa en la estación de Jinotepe.
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Un informante reveló a Artículo 66 que antes de la detención arbitraria en contra de Vega, agentes llegaban a «rondar» su vivienda, tomaban fotografías y luego se retiraban. «Un comisionado visitaba a Karla —Vega— y a su familia», dijo la fuente sin especificar los motivos de la vista ni por cuánto tipo se prolongó el asedio.
Aunque Karla Vega —quien es ama de casa— no pertenece a ningún grupo opositor, fuentes señalan que sí participó en las protestas sociales de 2018 contra el gobierno de Nicaragua.
El gobierno de Nicaragua mantiene tras las rejas a más de 230 presos políticos. Los asedios, represiones y detenciones arbitrarias no cesan.