Organizaciones defensoras de los derechos humanos lamentaron el fallecimiento de Álvaro Conrado Avendaño, padre de Alvarito Conrado Dávila, asesinado el 20 de abril de 2018 durante la represión gubernamental contra manifestantes.
Don Álvaro Conrado, quien era presidente de la Asociación Madres de Abril (AMA), murió la noche del viernes 27 de enero en un hospital de Managua tras sufrir un desmayo.
«Abrazamos y acompañamos en este momento de dolor a la familia de don Álvaro y a AMA que han estado permanentemente demandando justicia junto a los familiares de las personas asesinadas por el régimen Ortega Murillo. Aún nos duele respirar. Seguimos en la lucha por la verdad y la justicia», manifestó el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.


A través de una nota luctuosa expresaron que «honran su lucha incansable» y con su ejemplo de «entereza y valentía» continuarán exigiendo justicia y la no repetición de crímenes de derechos humanos en Nicaragua.


Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, escribió en Twitter que recibe «con profunda tristeza» la noticia del fallecimiento.
«Don Álvaro será recordado por su lucha por justicia por el asesinato de su hijo y de decenas de jóvenes en manos de las fuerzas violentas de Ortega. Descansa en poder Álvaro», manifestó.
Noticia relacionada: Fallece don Álvaro Conrado, padre de Alvarito Conrado, el niño mártir de las protestas
Por su parte, la abogada defensora de presos políticos Yonarqui Martínez resaltó que «la consternacion de una víctima de no ver justicia, va socabando y deteriorando su salud fisica y psíquica. Los familiares a diario luchan por obtener justicia».
También el experto en administrador de justicia Yader Morazán escribió en su cuenta de Twitter que «por personas como él (don Álvaro), su hijo (Alvarito Conrado) y su familia es que uno continúa en la búsqueda de la justicia».
«¡Murió sin que se investigara y se hiciera justicia!», denunció Morazán.
Álvaro Conrado mantuvo por años su demanda de justicia por la muerte de su hijo Alvarito. La frase del adolescente «me duele respirar», fue el emblema de la lucha cívica de los nicaragüenses y de la campaña que realizó por un tiempo Conrado; hasta que la represión, asedio y persecución del régimen, lo obligó a bajar el perfil.
Conrado es un familiar más que fallece sin lograr que el asesinato de su hijo alcance la justicia.