El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH) lamentó el fallecimiento de Álvaro Conrado Avendaño, padre del niño mártir Álvarito Conrado, y responsabilizó al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo por el deceso de otro familiar que no logró recibir justicia por los crímenes cometidos desde abril de 2018 en Nicaragua.
La organización, con sede en Argentina, denunció que «la negación sistemática del Estado» de investigar, procesar y condenar a los responsables y «la práctica que criminaliza la búsqueda incansable de la verdad, la memoria y la reparación, ha provocado el deterioro de la salud física y emocional de los familiares de las víctimas».
«El deceso de cada familiar bajo estas circunstancias es responsabilidad del Estado», sostuvo Calidh.
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En su comunicado también señala que la lucha de los padres y madres de las personas ejecutadas por el gobierno de Nicaragua son «valiosas para la construcción de la verdad frente a la perennidad del discurso estatal de no participación y responsabilidad de sus funcionarios en las masivas violaciones de derechos humanos» desde la represión de 2018.


Don Álvaro Conrado, quien era presidente de la Asociación Madres de Abril (AMA), murió la noche del viernes 27 de enero en un hospital de Managua. Una fuente aseguró a Artículo 66 que el padre de Alvarito Conrado falleció a causa de un infarto, sin embargo, la asociación AMA no brindó detalles sobre las causas de su deceso.
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Conrado mantuvo por años su demanda de justicia por la muerte de su hijo Alvarito. La frase del adolescente «me duele respirar» fue el emblema de la lucha cívica de los nicaragüenses y de la campaña que realizó por un tiempo Conrado, aún bajo la represión, asedio y persecución del régimen, que lo obligó a bajar el perfil.