El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más considera que la declaratoria de culpabilidad contra tres sacerdotes, un diácono, dos seminaristas y un laico de la Diócesis de Matagalpa, simboliza la persecución, criminalización y «guerra del Estado de Nicaragua contra la libertad religiosa, en particular contra la Iglesia católica».
El organismo de derechos humanos señala que las sentencias contra los religiosos constituyen «un hecho sin precedentes en la historia del país y son, además de inconstitucionales, infames e injustas». La justicia del régimen los declaró culpables por los presuntos delitos de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas».
«Denunciamos la criminalización de personas religiosas a través de juicios que carecen de total legalidad, que violan el debido proceso, tanto las normativas internas como el código procesal penal y la Constitución Política de Nicaragua, así como las garantías internacionales en materia de derecho humanos», resaltó el Colectivo en una declaración.
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Los procesados por el régimen de Ortega son el primer y segundo vicario de la catedral de San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, respectivamente; así como el sacerdotes Ramiro Tijerino—rector de la Universidad Juan Pablo II—y el diácono Raúl Vega González.
Enfrentan la misma situación los seminaristas Darvin Leiva y Melkin Centeno Sequeira, al igual que el camarógrafo Sergio Cárdenas, los que permanecieron junto a monseñor Álvarez en la sede episcopal desde el cuatro de agosto hasta su captura el 19 de ese mismo mes.
Tras cuatro días de audiencias de juicio, el régimen culminó el proceso con ribetes políticos contra los religiosos, todos del círculo de confianza del obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien también está detenido y próximamente iniciará su juicio por supuestos delitos de «traición a la patria».
En total, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo hizo desfilar a 12 testigos, que fueron usados para inculpar a los sacerdotes, seminaristas y laicos que hoy cumplen de 171 días presos desde su violenta aprehensión en el palacio episcopal de Matagalpa.