El Gobierno de Francia lamentó la «falta de transparencia» del juicio político que enfrentaron las ciudadanas francesas Jeannine Horvilleur Cuadra, de 63 años, y su hija Ana Álvarez Horvilleur, de 43 años, a quienes la justicia orteguista declaró culpables por los supuestos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas.
El juez Félix Ernesto Salmerón, del Juzgado Quinto de Distrito de lo Penal de Managua, el 26 de enero dictó sentencia de ocho años de prisión a ambas ciudadanas francesas, familiares del opositor Javier Álvarez.
Asimismo, se condenó a 10 años de cárcel a Félix Roiz Sotomayor, yerno del opositor, obligado a exiliarse para no ser víctima de la dictadura orteguista.
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En una rueda de prensa, la portavoz de la Cancillería francesa, Agnès von der Mühll, lamentó el hermetismo de las autoridades nicaragüenses, que pese a las reiteradas demandas, no permitió que el embajador de París en Managua accediera al juicio contra las ciudadanas francesas.
«Lamentamos la falta de transparencia en torno a este juicio, ya que las audiencias se celebraron a puertas cerradas», indicó la vocera.
Asimismo, reiteró que «seguimos muy preocupados por las condiciones de encarcelamiento y el estado de salud de nuestras compatriotas, en particular porque, a pesar de nuestras reiteradas solicitudes, nuestra embajada aún no ha podido tener acceso a ellas, tal y como establece la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963».
Jeannine Horvilleur Cuadra, Ana Álvarez Horvilleur y Félix Sotomayor fueron detenidos por la Policía orteguista cuando buscaban al opositor Javier Álvarez Zamora, esposo, padre y yerno respectivamente, quien logró salir de Nicaragua para solicitar protección internacional.
Los tres rehenes de la dictadura permanecen cautivos desde el 13 de septiembre en la cárcel de tortura de «El Nuevo Chipote».
Por su parte, Javier Álvarez dijo recientemente a Artículo 66 que mantiene la certeza de inocencia de sus familiares y reiteró que los nuevos presos políticos del régimen de Nicaragua «no han cometido delito alguno».
El opositor agregó que «por castigar al que ellos creen “culpable” se vengaron en mi familia»; además aseguró que la defensa apelará la sentencia impuesta la justicia nicaragüense.