La defensora de derechos humanos y presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, rechazó el falló de culpabilidad emitido ayer miércoles, 25 de enero, contra Mildred Rayo y Miguel Flores, integrantes de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), por los supuestos delitos de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas».
«Esta es una barbaridad; aquí todo el que se mueve y el que quiere hablar lo están silenciando o en término figurado volarles la cabeza; además es una forma de silenciar a más gente —opositora al régimen de Ortega—», expresó Núñez.
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Agregó que en Nicaragua no hay sector poblacional que esté ajeno de ser víctima de «esta persecución sin límites, porque al gobierno no les importa ni pelo, color ni tamaño».
«Nadie puede hacer ningún movimiento normal, no puede ejercer sus derechos libremente ni de realizar acciones que uno necesita hacer en su vida cotidiana, porque para él —el dictador Daniel Ortega— todos son sospechosos; y eso es precisamente producto del terror que tiene (…) porque solo así se explica que vuele tanto zarpazos y que a todo mundo lo considere un enemigo», señaló la abogada.
En cuanto a la indefensión del que fue víctima el ahora preso político Miguel Flores, donde no se le permitió un abogado de confianza, Núñez dijo que «la defensoría pública en Nicaragua es parte del aparato represor».
«En el caso de Miguel Flores fue una situación verdaderamente grave (…) porque su defensor técnico estaba en otro juicio que ya había iniciado desde dos días antes y aún continúa, pero no lo dejaron que nombrara un sustituto como lo propuso, más bien le nombraron un defensor público, profundizando así la represión», explicó.
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Recordó que en el mismo juicio contra los miembros de AUN, además de Rayo y Flores, hay un tercer joven declarado culpable, pero que su familia no ha querido revelar su nombre.
La Fiscalía de Nicaragua solicitó al juez Félix Ernesto Salmerón, del Juzgado Quinto de Distrito Penal de Audiencia de Managua,10 años de prisión para Flores y ocho para Rayo. La lectura de sentencia está programada para el 30 de este mes.
En cuanto a la lista de presos políticos en Nicaragua de la que ya son parte los dos jóvenes opositores, Vilma Núñez indicó que «definitivamente» no se puede seguir hablando de 235 presos políticos, «sino que las cifras se deben de actualizar porque ya van más de 240 presos».
AUN: «montaje arbitrario»
Por su parte, AUN también reaccionó en un comunicado al veredicto de culpabilidad y calificó el proceso judicial de «montaje arbitrario» de la dictadura sandinista en contra de los jóvenes opositores.
La organización juvenil además denunció que el régimen no le permitió a los familiares de Flores y Rayo estar presentes en la audiencia montada a los estudiantes.
«En AUN no vamos a dejar de demandar su libertad y la de todos los presos políticos. Como nicaragüenses nos solidarizamos con todos los familiares de presos políticos, quienes hace más de un año sufren esta separación física», escribió la organización.
Rayo y Flores fueron detenidos el pasado primero de noviembre de 2022, cuando el Ejército de Nicaragua los interceptó en las cercanías del río Sapoá, en Cárdenas, en el departamento de Rivas.
La acción se dio luego de una requisa realizada por la institución castrense a eso de la 6:30 de la mañana, mientras se movilizaban con dirección a Managua