El padre Uriel Vallejos, actualmente en el exilio y expárroco de Sébaco (Matagalpa), expresó en la prensa católica española que la supuesta “orden de captura” girada a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) por las autoridades judiciales de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo es inexistente.
“No te lo vas a creer, pero fue un bulo del gobierno. Dijeron que habían pedido a la Interpol mi captura, pero un contacto dentro de la Organización de Naciones Unidas (ONU) me confirmó que el régimen de Ortega no había girado oficialmente ningún requerimiento contra mí”, dijo el sacerdote, quien está acusado por el orteguismo junto al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, de propagar noticias falsas (fake news) en contra del orteguismo y atentar contra el régimen.
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Vallejos ofreció una entrevista desde la clandestinidad al semanario católico Alfa y Omega de España, donde también refirió que era la primera que brindaba a un medio de comunicación desde que fuera acusado formalmente por el régimen orteguista.
“A ambos nos acusan de conspiración para atentar contra la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado”, explicó el sacerdote.
Ayuda a las víctimas de la represión
El padre Vallejos confesó que monseñor Rolando Álvarez había abierto una oficina de derechos humanos en su Diócesis para asistir a las víctimas de la represión política en la zona del norte del país.
“En aquella reunión (del clero, ndr) preguntó quién quería, libremente, participar y advirtió de que quien lo hiciera podría acabar en la cárcel o exiliado”, narró el sacerdote, asegurando que todos los participantes de dicha oficina hoy están encarcelados o en el exilio.
Cabe señalar que la iniciativa del obispo Álvarez de abrir una oficina de derechos humanos se remonta a la época de las dictaduras militares de América Latina.
El asesinado arzobispo de San Salvador, Monseñor Óscar Arnulfo Romero, y el cardenal chileno Raúl Silva Henríquez abrieron en su época vicarías de derechos humanos ante las violaciones que cometían los militares salvadoreños y la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), respectivamente.
Se marchó de Costa Rica
El padre Uriel Vallejos confesó que se fue de Costa Rica, país donde se había asilado originalmente y donde la Iglesia de ese país lo había acogido por el temor creciente de que grupos adeptos al régimen orteguista están cruzando la frontera para instigar actos violentos contra opositores.


“Ambos países están cerca y hay casos de personas que han sido secuestradas y devueltas a Nicaragua. Incluso se han producido asesinatos”, dijo el sacerdote, quien ahora se encuentra en otro país latinoamericano que no quiso identificar, pero en el que tendrá una estancia de tres años.
Temor por represalias a sacerdotes
El padre Uriel Vallejos externó al semanario Alfa y Omega su temor de que la entrevista sirviera como pretexto al régimen orteguista para realizar maltratos contra los sacerdotes retenidos en las cárceles de Nicaragua.
“No puedo callar la verdad, aunque tengo miedo de que por esta entrevista puedan torturar a los sacerdotes que están en la cárcel”, concluyó Vallejos.