La directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, calificó de «sesión de tortura» el juicio político que inició este lunes, contra un grupo de siete religiosos que fue secuestrado el 19 de agosto de 2022 por acompañar y rezar junto a monseñor Rolando Álvarez. Los líderes católicos permanecieron por 16 días asediados por la Policía de Ortega, en la Curia Episcopal de Matagalpa.
Según la abogada, los sacerdotes, seminaristas y laicos enfrentan hoy, 23 de enero, su juicio político.
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«No consideramos —como Cenidh— que lo que está pasando y lo que ha pasado sean juicios verdaderos y pegados a derecho, sino que prácticamente son escenarios donde se criminaliza y se tortura a personas inocentes y se desprecia totalmente el respeto a las leyes y a los derechos humanos», señaló Núñez en entrevista con Artículo 66.
Por otra parte, indicó que como defensores de derechos humanos están «expectantes» porque se conoció que a última hora las autoridades judiciales permitieron el ingreso de los abogados privados de los religiosos.
Sin embargo, señaló que esa acción no genera «ninguna expectativa, porque por mucho empeño y por mucho que sepan y argumenten legalmente a favor de sus defendidos, definitivamente se está ante un escenario de tortura, donde ningún argumento vale».
«Consideramos que en este momento que no se conoce el resultado (…) lo que están es siendo sometidos a una sesión más de tortura en las instalaciones del llamado Complejo Judicial», recalcó la defensora de derechos humanos.
«No existen mayores expectativas»
Núñez subrayó que con base a los antecedentes y en las «señales macabras» de la justicia del régimen de Daniel Ortega, no existen mayores expectativas, «sin embargo seguimos luchando, seguimos demandando la libertad de nuestros sacerdotes».
«Ojalá pudiéramos salir hoy a las calles al encuentro de nuestros obispos, sacerdotes y todas las personas que son rehenes», dijo la directora del Cenidh, planteándose un escenario difícil por la represión que persiste en el país.
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Ante este cuestionado proceso judicial, el Cenidh cuestionó que «¿qué está pasando hoy con estos reos de conciencia del régimen Ortega Murillo? ¿Está cometiendo otra de sus infamias? ¿Vamos a presenciarla pasivamente?».
«Exigimos libertad inmediata para monseñor Rolando Álvarez y todos los sacerdotes presos», concluyó la organización a través de su cuenta de Twitter.
Los procesados por el régimen de Ortega son el primer y segundo vicario de la catedral de San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, respectivamente; así como los sacerdotes Ramiro Tijerino—rector de la Universidad Juan Pablo II—y el padre Raúl Vega González.
Enfrentan la misma situación los seminaristas Darvin Leiva y Melkin Centeno Sequeira, al igual que el camarógrafo Sergio Cárdenas, los que permanecieron junto a monseñor Álvarez en la sede episcopal desde el cuatro de agosto.
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Vilma Núñez está convencida que los religiosos procesados serán condenados por la justicia orteguista. «Lamentable y dolorosamente no hay señales que apunten a una solución distinta» afirmó.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo Ortega mantiene tras las rejas a 14 religiosos, acusándolos de delitos comunes o por supuesta «conspiración a la patria», engrosando así la lista de más de 230 reos políticos.
