Desde el exilio, monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, cumple este domingo, 15 de enero, 38 años de ordenación sacerdotal.
El jerarca, originario de Masaya, es una de las voces más críticas y disonantes en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que desde el 2018 han arreciado su ola represiva contra los nicaragüenses.
Noticia relacionada: Monseñor Silvio Báez, desde el exilio, celebra 37 años de servicio pastoral
Al finalizar la misa de hoy desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos; los feligreses aplaudieron y vitorearon el nombre del religioso, quien agradeció a Dios por llegar a un año más de sacerdocio.
«Señor Dios y Padre Santo, tú que me has fortalecido con el pan del cielo y me has dado a gustar el cáliz de la nueva alianza. Como presbítero por 38 años concédeme la gracia de seguir sirviéndote con fidelidad, con fortaleza y amor para gastar enteramente mi vida por tu pueblo santo», oró el prelado.
Aniversario con «sabor agridulce»
Dirigiéndose a los católicos, monseñor Báez expresó que este aniversario lo vive «con cierto sabor agridulce» debido a que su hermano en la fe, monseñor Rolando Álvarez está preso de la dictadura de Daniel Ortega.
«Le pido al Señor la gracia de su libertad, —monseñor Álvarez— porque es inocente. Le pido que lo haga fuerte», expresó el obispo, quien también pidió por los más de 235 presos políticos en el país, así como los reos de conciencia de otros países de Latinoamérica.
Con relación a los años de ministerio, el sacerdote expresó que «38 años se dicen rápido, pero son 38 años. No han sido 38 años de conquista, de logros, de maravilla, han sido 38 años de fidelidad amorosa del Señor y de cercanía y ternura de Jesús en mi vida».
«El Señor me llamó a ser presbítero de la Iglesia y desde hace 38 años no me ha dejado solo ni un momento; su amor y su fuerza me han acompañado, ha sido fiel y no me ha abandonado. Le doy gracias porque puso sus ojos sobre mí, su indigno siervo, sin merecerlo».
Noticia relacionada: Monseñor Báez: «Los auténticos líderes no se colocan por encima de la gente»
Aprovechó para agradecer el apoyo de muchas personas que «le han abierto su corazón y me han apoyado. No podría nombrarlos a todos, y agradezco a mi familia, de forma especial a mi hermano —voz entrecortada— Javier».
Por su parte el sacerdote Marcos Somarriba, párroco de la Iglesia Santa Agatha, felicitó a Báez y aprovechó para demandar la libertad del obispo Álvarez de todos los sacerdotes secuestrados por Ortega, «porque son inocentes», afirmó con aplomo.
Blanco de Ortega
Desde su llegada a Managua, en el año 2009, ha sido un voz profética dentro de la Iglesia nicaragüense y duro crítico de la pareja dictatorial. En 2018, defendió el papel de la juventud en la rebelión cívica y los llamó «la reserva moral» de Nicaragua. Participó como miembro de la Comisión de Mediación en el primer y fallido Diálogo Nacional.
Su destacado papel en defensa de los derechos humanos de los nicaragüenses lo obligó al exilio, una decisión del papa Francisco para resguardar su integridad física. Al anunciar su exilio, el obispo Báez reveló que el régimen Ortega-Murillo había planificado un atentado en su contra, un hecho que le fue alertado por la Embajada de Estados Unidos en Managua, incluso denunció que varios drones sobrevolaban su residencia.
El jerarca católico fue ordenado sacerdote en la ciudad de San Ramón, Alajuela, Costa Rica el 15 de enero de 1985. Desde su ordenación ha desarrollado diversas tareas pastorales en Guatemala, España, México, Argentina, Estados Unidos, Italia y Perú.