La acusación penal contra monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, ha provocado una ola de indignación en rechazo al «infame proceso» judicial contra el purpurado que promueve la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El régimen le imputa al obispo el delito de menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense, el mismo delito con el que ha condenado a unos 40 presos políticos.
«Monseñor Álvarez es inocente. La dictadura sandinista que lo tiene como rehén es la única culpable. La historia ya ha juzgado al sandinismo y su veredicto es que solo han sido una calamidad para nuestra dolida Nicaragua», escribió en su cuenta de Twitter la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN).
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En otro tweet, la organización de jóvenes señaló que «la dictadura sandinista cree que puede humillar a monseñor Álvarez y desmoralizar al pueblo nicaragüense que tanto lo quiere. Se equivocan: Monseñor Álvarez nos sigue inspirando y no vamos a cesar de clamar por su libertad».
«Denuncio y acuso al dictador Daniel Ortega y a Rosario Murillo de iniciar un infame proceso contra el obispo Rolando Álvarez por “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional” después de tenerlo cautivo por más de 130 días. No abandonemos a monseñor Álvarez», añadió en Twitter la defensora de derechos humanos y madrina del obispo, Bianca Jagger.
Los periodistas Álvaro Navarro y Luis Galeano coincidieron —por separado, en Twitter— que el régimen Ortega Murillo intentó doblegar y obligar al exilio a monseñor Rolando Álvarez, pero no lo pudo lograr y lo acusó de dichos delitos.
«Ortega no logra doblegar a monseñor Rolando Álvarez ni mandarlo al exilio como quería el régimen y ha tenido que acusarlo de los supuestos delitos de menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas», escribió Navarro en su cuenta de Twitter.
El relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, también se pronunció sobre la acusación contra el obispo de Matagalpa y expresó su solidaridad con el jerarca católico, ahora preso político de Ortega y Murillo.
«En Nicaragua a la deliberación democrática se le asigna la etiqueta de “conspiración”; a la verdad se le condena en expedientes oficiales como “noticia falsa”; y a los líderes religiosos también los quieren silenciar. Mi solidaridad con monseñor Álvarez», subrayó en su perfil de la red social.
El juicio contra monseñor Álvarez está programado a iniciar el próximo 10 de enero de 2023, según una declaración pública de la Dirección de comunicación del Complejo Judicial Central Managua divulgada por medios propagandistas de la dictadura.