La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, lamentó la muerte del sacerdote, ortopedista y traumatólogo Jaime Granera Soto, fallecido la mañana de este jueves, 24 de noviembre, a los 96 años.
La primera dama destacó la vida profesional y religiosa del doctor Granera, a quien calificó como «eminencia». «Maestro de generaciones, ortopeda, traumatólogo, fundó en León el hospital San Vicente, que hoy es el Hospital Escuela Óscar Danilo Argüello».
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«Aquí venía gente de toda la región, a verse con el maestro, el doctor Granera; famoso ese doctor; y aquí íbamos también donde el doctor Granera», recordó Murillo.
En cuanto a la misión sacerdotal del galeno, mencionó que a los 75 años dejó su labor de médico para ordenarse como sacerdote. «Un hombre bueno, un hombre santo, dicen muchos», expresó la mandataria.
Agregó que Granera recibió en vida la orden Mariano Fiallo Gil del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y el del decano emérito de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, además de la orden Ramírez Goyena, otorgada por el primer gobierno sandinista en los años 80.
También, informó que el dictador Daniel Ortega «ha instruido» a la Secretaría Jurídica de la Presidencia de Nicaragua para que se elabore un decreto para entregar póstumamente la orden de la Independencia Cultural Rubén Darío «a este eminencia nicaragüense».
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«Este médico, sacerdote, sobre todo un hombre de grandad bondad, hombre consecuente que amaba a su patria. Tanto que hablamos de nuestros héroes nuestros próceres, el doctor Jaime Granera es héroe de su procesión y héroes epstitual. ¿Cuántas personas habrán en el mundo que a los 75 años deciden entrar al sacerdocio al servir como pastor?», se preguntó la portavoz del régimen de Ortega.
Detalló que esta tarde se estará rindiendo homenaje al doctor Granera en al ciudad de León y «estaremos entregando a través del presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, la orden de la Independencia Cultural Rubén Darío».
La palabras de «amor y religiosidad» de Murillo llegan en un año de agresiones contra la Iglesia católica de Nicaragua y el encierro a 12 sacerdotes, incluyendo monseñor Rolando Álvarez que según se ha informado está enfermo y de quien no se sabe de forma oficial su paradero.
Dos niñas fallecieron en accidente de tránsito
En otro orden, Murillo informó el fallecimiento de dos niñas en un accidente de tránsito en la comunidad de La Palma, del municipio de San Pedro de Lóvago, del departamento de Chontales.
«Queremos enviar nuestra solidaridad plena a la familia de Priscilla Aragón Velázquez, de cinco años, e Indiana Giselle Aragón Velázquez, de 13 años, estudiantes de sexto grado, que viajaban en moto a la escuela junto a su padre (…) fueron colisionado por un camión de transporte de ganado», precisó.
Señaló que las menores fallecieron instantáneamente, mientras que el padre de nombre Marvin Aragón, de 40 años, presenta golpes y lesiones.
A como es costumbre de la también coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía de la dictadura, culminó su monólogo afirmando que su régimen seguirá «defendiendo la paz y venciendo el egoísmo. Gracias a Dios reina en esta paz en Nicaragua».