En vísperas del novenario a la Purísima Concepción de María en Nicaragua, el padre Bismarck Conde, encargado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Masaya, informó a la feligresía que durante los rezos, visitas y celebraciones a la Inmaculada se deberán suspender en hogares de barrios aledaños al templo, así como recorridos tradicionales, debido a que se mantienen las prohibiciones de la policía a la Iglesia católica en ese municipio.
El anuncio del sacerdote ocurrió al finalizar la eucaristía dominical en su templo parroquial. El presbítero, que además se desempeña como vicario foráneo del departamento de Masaya, mencionó que como Iglesia pensaron que las prohibiciones solo iban a aplicarse en las fiestas patronales a San Jerónimo y San Miguel, como ocurrió en septiembre y octubre.
El pasado 20 de noviembre se tenía programada la tradicional procesión de “Cristo Rey”, sin embargo, llegó una nueva notificación. Esta vez el mensaje lo llevó “la jefa de sector” de la Policía para confirmar que no pueden salir en recorridos y celebraciones a las calles de esa ciudad.
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La fiesta de la “Purísima” es una de las celebraciones marianas que desborda a los nicaragüenses en las calles y es una actividad representativa del pueblo católico nicaragüense.
Antimotines rodearon el templo
El párroco de Nuestra Señora de la Asunción informó que después de publicar en las redes sociales sobre la celebración de “Cristo Rey” la Policía le hizo saber que no podían salir del templo. De igual forma, explicó a los católicos que asistieron este domingo a la iglesia que la presencia de antimotines en los alrededores se debía a que tenían prohibido salir en procesión, por lo que optaron por conmemorar la fecha a lo interno, acompañado con los filarmónicos que siempre participan en el recorrido.
Al finalizar la celebración religiosa se repartieron los programas sobre la celebración a la Inmaculada Concepción de María, pero se hizo énfasis que todas las actividades, que inician desde el domingo 27 de noviembre, se realizarán dentro del templo, ya que en el registro de actividades ya impreso, se incluían recorridos y visitas domiciliares con la imagen.
“Están tocando a Dios con las manos sucias”, expresó una mujer de 75 años después del oficio religioso y conocer sobre las restricciones.
“Creen que con estas cosas (prohibiciones) uno va a dejar de venir a la iglesia. Esta es una guerra declarada contra la iglesia”, manifestó otra católica de 54 años.
Aumenta persecución a la Iglesia católica
La segunda entrega del estudio de la doctora Marta Patricia Molina, que lleva por título: Nicaragua ¿Una iglesia perseguida? Refleja el aumento de los ataques a la institución católica durante el 2022, con una suma de 127 agresiones registradas. En cinco años, desde el 2018 suman un acumulado de 396 ataques, incluyen exilio de sacerdotes, procesos judiciales, cierre de organizaciones sin fines de lucro, embestidas, entre otras hostilidades.