La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, anunció con bombos y platillos la instalación de los altares a la Purísima. Año con año, el régimen de Daniel Ortega ordena a las instituciones del Estado gastar millones de córdobas en las fastuosos estructuras que ocupan la Avenida de Bolívar a Chávez en el centro de la vieja Managua. La Iglesia católica es perseguida en el país.
En su letanía de este martes, 22 de noviembre, Murillo aseguró que los altares estarán listos en los próximos días, previo al inicio del novenario el 28 de este mes. Además, anunció que se hará un concierto para «inaugurar» los escenarios instalados en ambos flancos de esa avenida en la capital nicaragüense.
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El régimen Ortega Murillo se vende como un «gobierno cristiano», pero en la práctica ha perseguido a la Iglesia católica mientras ha estado en la Presidencia de Nicaragua, lo hizo en los 80 y lo hace desde hace más de cuatro años a raíz de las protestas sociales de 2018.
Informes internacionales indican que la dictadura de Nicaragua acosa a la Iglesia. El estudio «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?» recoge 396 ataques del régimen contra la Iglesia católica de abril 2018 al 16 de noviembre de este año.
En Nicaragua, la dictadura de Daniel Ortega mantiene en prisión a una docena de sacerdotes, diáconos y laicos. El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez Lagos, está cautivo en su vivienda familiar en Managua. En su brutal arremetida contra los religiosos, a unos los ha acusado de delitos comunes y a otros por «conspiración para el menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas».
El dictador tachó a los obispos católicos de dirigir un «intento de golpe de Estado» al presentarle una ruta a seguir para resolver la crisis, lo que Ortega calificó como una «cartilla» para que dejara la Presidencia.
La represión estatal contra la Iglesia católica en Nicaragua ha dejado a unos 55 sacerdotes exiliados, dos desterrados y múltiples procesos judiciales contra una decena de religiosos, entre sacerdotes, seminaristas y laicos, revela el VII Informe Contra la Tortura del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Los informes de 2018 a 2021 sobre libertad religiosa de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), acusaron al régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo de atentar contra la libertad religiosa y de culto de los nicaragüenses, al tiempo que condenó las agresiones de partidarios fanatizados contra la Iglesia.
El estudio explica que si bien el dictador Daniel Ortega asume que en el país existe «libertad religiosa» y que su régimen se manifiesta en la propaganda como «cristiano»; muchos líderes de la Iglesia católica manifiestan que la dictadura está «politizando la religión» y utiliza el lenguaje propio del cristianismo para manipular a la opinión pública.
En 2019 se habrían gastado cerca de 50 millones de córdobas (1.6 millones de dólares de ese año) en la instalación y mantenimiento de 51 altares, reveló un análisis de datos de Artículo 66. Ese año, solo 13 de las 51 instituciones del Estado publicaron información sobre el presupuesto que asignaron para este capricho del régimen. Los gastos de las otras instituciones fueron ocultados de sus registros públicos.