El régimen de Ortega no permitió que la edil de Granada Julia Mena concluyera su segundo mandato al frente de la alcaldía del municipio, luego de resultar electa en las votaciones municipales de 2017 para el período 2018-2022.
Mena se retiró de las oficinas de la alcaldía, desde mediados del año 2019 y el único argumento que dieron los dirigentes sandinistas dentro del Concejo Municipal es que se había retirado por “motivos de salud”, pero nunca más se volvió a ver en los pasillos de la comuna.
Luego del retiro de Julia Mena, la comuna fue intervenida por el Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal (Inifom) por supuestas irregularidades en la administración y el cargo lo asumió el vicealcalde, el profesor de arte Pedro Vargas, quien resultó nombrado alcalde en la recién denominada farsa electoral del pasado seis de noviembre del 2022, bajo la casilla del partido sandinista.
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Una fuente política relata que existen varias hipótesis sobre la decisión del partido sandinista de mandar a retirar de su cargo a Mena. Una de ellas es que no obtuvo un papel beligerante en la represión a las protestas de abril del 2018, cuando la ciudad colonial se unió a las protestas en demanda de justicia y libertad; otras de las versiones, es que mantenía controversias con las bases sandinistas, quienes le recriminaban sus raíces liberales.

“No creo que la separación del cargo de la alcaldesa Julia Mena se debiera por motivos de salud, porque en Granada los ciudadanos la observamos participando de las misas de catedral y en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y hasta movilizándose por las calles a bordo de la camioneta Land Cruiser Prado propiedad comuna” relata la fuente.
También señalan que la vieron participar del simulacro de elecciones municipales del pasado seis de noviembre, asistiendo a su Centro de Votación ubicado en el Colegio Pablo Antonio Cuadra, sin embargo, enfatiza la fuente que se mantiene alejada de las actividades políticas que realiza el partido sandinista en la ciudad de Granada.
Candidata de la convergencia Nacional Unida Nicaragua Triunfa
Julia Mena tiene arraigos liberales, fue diputada de la Asamblea Nacional por el Partido Liberal Independiente en el período de 1990-1996 y nombrada vicepresidente de la República de Nicaragua por ese poder del Estado, cuando renunció a su cargo el exvicepresidente Virgilio Godoy, un año antes de las elecciones nacionales del 10 de octubre de 1996, donde resultó electo Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños Geyer.
La defenestrada Julia Mena, en el año 2012, formó parte de la denominada convergencia nacional de la Alianza Unida Nicaragua Triunfa, donde Nelson Artola, expresidente del Fondo Nacional de Emergencia (FISE), la presentó en el salón de eventos del Convento San Francisco, como la candidata oficial del partido frente sandinista de la ciudad de Granada, como una estrategia de buscar el voto de los demócratas.

Mena logró estar por siete años consecutivos estar al frente de la comuna granadina bajo la administración del partido sandinista, organización que guardó silencio en su retiro y los magistrados del Poder Electoral nunca oficializaron su destitución, por lo cual oficialmente sigue al frente de la comuna, pero sin realizar una sola función.
Granada considerada cuna del conservatismo
Desde las elecciones municipales del 2012, el gobierno local de Granada es administrado por ediles del partido frente sandinista, cuando asumió la administración Julia Mena.
En la historia reciente el último alcalde de tendencia liberal que estuvo a cargo de la alcaldía Granadina, fue Eulogio Mejía Marenco, que ganó las elecciones municipales del 9 de noviembre del 2008, pero al final se plegó a las filas del partido sandinistas, ante supuestas amenazas de ir a la cárcel por actos de corrupción.
En el denominado simulacro de votaciones municipales del pasado seis de noviembre del 2022, fue nombrado alcalde Pedro Vargas y vicealcalde Rosario Caldera como la fórmula del partido sandinista, donde más del 95 % de los 35 concejales se los adjudicó el frente sandinista y a los denominados partidos “colaboracionistas” como el PLC buscan alcanzar tres escaños, la Alianza Liberal Independiente uno y la Alianza por la República (APRE) igual número.

Según una fuente, el alcalde de esta ciudad devenga un salario promedio de 120 mil córdobas, mientras un concejal 12 mil córdobas.
La ciudad colonial tradicionalmente es de raíz conservadora, desde la independencia de Nicaragua de 1821. Los historiadores resaltan que dentro de la dictadura somocista incluso la municipalidad era administrada por alcaldes del partido verde, producto de los “entendimientos” que la dirigencia mantenía con los Somoza.
Al igual que restos de municipios del país, el vencedor de las recientes votaciones municipales en la ciudad colonial fue el abstencionismo de los votantes, que resultó histórico, al excluirse de los comicios a la oposición en una contienda, donde el sandinismo fue la única organización política que realizó campaña.